Los populares son conscientes de la delicada situación que atraviesa el país y de lo trascendental de la cita en Bruselas, donde se reúne este viernes el Consejo Europeo. En este sentido, Mariano Rajoy ha sido transparente sobre cuál es el orden del día de la reunión: "Ver cómo se puede ayudar a aquellos países que han hecho mal las cosas y que han puesto en dificultades al euro", extremo en el que incluye a España.
Por ello, y a pesar de que el Ejecutivo no haya contando con el PP para abordar una postura común, el jefe de la oposición ya solemniza que apoyarán "todas las decisiones que sean buenas" para el país, y en este punto deja claro que "es plenamente partidario del mantenimiento y el fortalecimiento" de la moneda única.
Hecho el análisis, lo que le reclama al presidente del Gobierno es una auténtica reconversión. Le insta a que "termine con las chapuzas e improvisaciones" y que "le diga al mundo que aquí hay un gobierno serio que cree en el euro". Y es que, según las fuentes consultadas por Libertad Digital, los expertos que asesoran a Rajoy le han informado de lo "extremo" de la situación, ya que se avecina un 2012 "muy complicado" para España.
Así las cosas, no es de extrañar que hoy Rajoy no haya querido hacer sangre, más allá de constatar que "lo peor de lo que vivimos hoy es la falta de confianza" en el gabinete de Rodríguez Zapatero. Tampoco dio el titular al asegurar que "este señor (en referencia al presidente) ha hecho el mayor recorte social de la historia de la democracia".
Por el contrario, dijo a los suyos, "el reto del PP es mayúsculo" ya que "nos va a votar mucha gente que está cansada de lo que está viendo". Y enfrente no tenía a un auditorio cualquiera, sino a los alcaldes de las principales ciudades gobernadas por la formación, que se han reunido por plazo de dos días en la ciudad de Zaragoza para trabajar en la estrategia de cara a las elecciones autonómicas y municipales de 2011, así como a la cúpula nacional, encabezada por María Dolores de Cospedal, Javier Arenas y Ana Mato.
Rajoy también lanzó un mensaje a los "desengañados y resignados" al asegurar que "volverá la ilusión al país" porque "no hay una maldición bíblica" sobre España y "Zapatero y su gobierno no son eternos" sino que "ya les queda poco tiempo". "Somos un gran país y vamos a demostrar al mundo entero que somos capaces de levantarnos y recuperarnos", proclamó, si bien los populares entienden que antes Zapatero debe abandonar el palacio de La Moncloa.