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Mariano Rajoy, por un día, volvió a sentirse líder del PP

Por un día, el caso Gürtel no era la noticia y Rajoy se creció. El debate sobre los Presupuestos le sirvió no sólo para "tumbar" a Salgado sino también para reafirmarse como líder del PP. Los suyos le recompensaron con aplausos y elogios. Eso sí, muchos temen que todo sea un mero "espejismo".

Por un día, el caso Gürtel no era la noticia y Rajoy se creció. El debate sobre los Presupuestos le sirvió no sólo para "tumbar" a Salgado sino también para reafirmarse como líder del PP. Los suyos le recompensaron con aplausos y elogios. Eso sí, muchos temen que todo sea un mero "espejismo".

El martes fue un buen día para el presidente del PP, y no tiene muchos. Mariano Rajoy se preparó a conciencia el debate presupuestario hasta el punto de suspender la habitual reunión del Comité de Dirección para trabajar en su discurso. Una alocución con la que pretendía tumbar a Elena Salgado, pero también recuperar la ilusión de los suyos, que en los últimos días se han visto defraudados con la inacción de su líder. Y lo consiguió, por lo menos por unas horas. 

Tras el rifirrafe con la vicepresidenta segunda, los diputados del PP, tanto críticos como marianistas, salieron en tromba a aplaudir la intervención de su jefe de filas. Ya durante su discurso, los aplausos fueron constantes. Fue interrumpido hasta en 17 ocasiones la primera vez que tomó la palabra.

En los pasillos de la Cámara Baja, más euforia. "Necesitábamos algo así, un impulso tras la semana negra que hemos vivido", aseguró un miembro de la dirección del grupo. Soraya Sáenz de Santamaría también se sumó al carro y se felicitó por "el triunfo" de su jefe de filas.

Buena parte del éxito de Rajoy, reconoció un parlamentario popular, también se debió a "la torpeza" de la responsable económica del Gobierno. "Ha estado penosa... ha perdido el hilo y ha llegado incluso a balbucear", añadió. En este sentido, los populares destacaron "la elegancia" de su líder, que no quiso "hacer sangre con Salgado", pese a que "dejó clara la incompetencia" del Ejecutivo.

Aires de euforia que también se trasladaron a Génova, a la que hacía tiempo que no llegaban buenas noticias. "Por un día nos hemos olvidado del caso Gürtel y nos hemos centrado en los problemas que realmente les interesa a los españoles: el paro, los impuestos...", se congratulaba un miembro de la Ejecutiva Nacional del PP, en declaraciones a Libertad Digital. En su opinión, "el partido necesitaba este respiro" tras las críticas internas que empezaban a sonar cada vez con más fuerza.

Un "espejismo"

Una alegría que, según auguró otro dirigente, "no dudará mucho". Y es que la percepción mayoritaria es que, tras la votación de los PGE, el caso Gürtel volverá a invadirlo todo y "Rajoy volverá a esconderse en su despacho de la séptima planta".

"Seguro que quedan sólo horas para que El País lleve el caso Gürtel a su portada, los de Génova se asusten y Rajoy desaparezca", apuntó otro parlamentario, en clara consonancia con su compañero de filas.  

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