El Partido Popular quiere enfundarse el traje del partido de Gobierno pese a estar en la oposición. Tras abordar durante dos días la estrategia a seguir en el venidero curso político con su círculo más íntimo, Mariano Rajoy ha llegado a la conclusión de que es el momento de tomar las riendas de la economía ante "la inacción" del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero.
Y es que, según arguyó el jefe de la oposición, el PP tiene la obligación de "intentar solucionar" los problemas que soportan los españoles, y se pone varios deberes prioritarios: la creación de empleo, el aumento de la renta y la mejora de la situación económica de los ciudadanos.
Así, mientras Zapatero "nos ha llevado a la cola del crecimiento de la Unión Europea" y el paro sigue subiendo pese al periodo estival, el equipo de Soraya Sáenz de Santamaría se afana en preparar una batería de propuestas para presentar en el Congreso de los Diputados en el primer cuatrimestre de este curso político.
"El Gobierno se ha resignado a la situación pero nosotros no nos vamos a resignar", proclamó Rajoy, que anunció más de medio centenar de iniciativas, que serán planteadas una vez las Cortes generales abran sus puertas.
Ése es "el plan global" del PP, continuó Rajoy, quien adelantó que esas propuestas afectan a aspectos como los Presupuestos Generales del Estado, la Reforma del Sector Público, el Sistema Financiero y Fiscal o el ahorro y vivienda.
Reseñable también es la que da libertad a las Comunidades Autónomas para establecer como ellas estimen oportuno la gestión de las televisiones autonómicas, incluyendo así la posibilidad de privatizarlas, como tan sólo 24 horas prometió María Dolores de Cospedal en el Debate sobre el estado de Castilla-La Mancha.
En este sentido, el líder de los populares anunció además que en el mes de septiembre presentarán otra iniciativa a fin de convocar a todos los alcaldes "con el objetivo de abordar la gravísima situación financiera por la que están atravesando", que en algunos casos pasa "por no poder pagar ni las nóminas de los funcionarios".
Sin embargo, Rajoy reconoce las limitaciones de hacerse con un traje, el del Gobierno, que todavía no le pertenece: "al menos las debatiremos y puede que algunas se aprueben", afirmó, para a renglón seguido poner el acento en que si Zapatero "no lo hace" será el PP el que tenga que sacar a España de la recesión.
"El PP afronta el curso siendo consciente de cuál debe ser su papel. Si el Gobierno sigue como hasta ahora, afirmando que la situación no están mala, el PP ejercerá la labor de oposición e insistiremos en nuestra alternativa" ya que "como máximo queda un año y medio para las elecciones", concluyó.