La decisión ya está tomada. Según ha podido saber Libertad Digital, María Dolores de Cospedal ha informado a su jefe de filas, Mariano Rajoy, de que su intención es aceptar la propuesta del PSOE de incluir en la reforma del Estatuto de Castilla-La Mancha una reserva estratégica de 6.000 hectómetros de agua. Decisión que cuenta con el beneplácito de la dirección nacional del partido.
De hecho, ahora, los esfuerzos del líder del PP pasan por amoldar el discurso de la Comunidad Valenciana y Murcia a esta realidad que, según las fuentes consultadas, es ya "casi inamovible". Así lo intentó, sin mucho éxito, el pasado lunes cuando hizo llamar a todos los implicados.
Tal y como desveló en exclusiva este diario, Rajoy sentó en la misma mesa a Francisco Camps, Ramón Luis Valcárcel y Cospedal para reclamarles "sentido de Estado" y "altura de miras" para alcanzar "una postura común". Sin embargo, ya entonces, los barones levantinos salieron del encuentro con la percepción de que Rajoy "está claramente del lado" de la secretaria general del partido.
En el PP de Castilla-La Mancha se congratulan de la aprobación de Génova 13 y trabajan en un texto al que ya sólo le quedan unas pinceladas para poder ser devuelto al Congreso de los Diputados, donde se vota definitivamente en febrero.
"La cantidad de agua que damos a Valencia y Murcia no va a sufrir ninguna merma, no sé a qué viene tanto jaleo, es injusto el ataque que estamos sufriendo por parte de nuestro propio partido", dice un dirigente del PP castellano-manchego próximo a la número dos del partido.
En este sentido, recuerda que el PP ya apoyó en su día el Estatuto de Aragón que incluía una reserva de agua de características similares y "el asunto no causó tanta polémica".
La versión llegada de Levante es radicalmente opuesta. Si bien Camps optó el miércoles por guardar silencio, no fue el caso de Ramón Luis Valcárcel, que alzó aún más las espadas. "No cederé ni un ápice", sentenció en declaraciones a los periodistas, a la par que dejó bien claro que su Gobierno no acepta ni aceptará la reserva estratégica planteada por los socialistas.
El vicepresidente valenciano Juan Cotino también se refirió en términos similares: "el Consell defenderá a ultranza el trasvase Tajo-Segura". Y es que, en opinión del Gobierno de Camps, la propuesta actual es "un insulto" a sus conciudadanos.
Así las cosas, diputados de ambas comunidades confirman a este periódico que la amenaza de insurrección en las Cortes sigue más latente que nunca. Si finalmente Cospedal acepta la reserva hidráulica, los parlamentarios valencianos y murcianos votarán en contra del texto y romperán con la disciplina del partido. El Grupo Popular ya ha amenazado con sanciones internas.