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Rajoy ve "un suicidio" prescindir de Camps pero "nunca será como antes"

Rajoy ha llegado a la convicción de que no puede prescindir de Camps si quiere ser el próximo presidente de España.  "Sondeos en mano sería un suicidio", asegura su entorno. Sólo un revés judicial daría al traste con este amor de conveniencia, pese a que "nunca volverá a ser como antes".

Rajoy ha llegado a la convicción de que no puede prescindir de Camps si quiere ser el próximo presidente de España.  "Sondeos en mano sería un suicidio", asegura su entorno. Sólo un revés judicial daría al traste con este amor de conveniencia, pese a que "nunca volverá a ser como antes".

Que en el puzzle de Mariano Rajoy para alcanzar La Moncloa hay un hueco para Francisco Camps nadie lo duda en el seno del Partido Popular. Sin embargo, una cosa es que le vaya a proponer para las elecciones de 2011 como candidato a la Generalidad, y otra bien distinta que confíe en él como lo hacía tras su segunda derrota electoral, cuando el barón valenciano se convirtió en su principal valedor ante los críticos.

Camps pierde la confianza de su jefe de filas en la noche del trece de octubre de 2009. El presidente valenciano tenía el encargo expreso de Rajoy de cesar a su número dos, Ricardo Costa, tras las últimas revelaciones del caso Gürtel, pero él le ratificaba en su puesto en un surrealista Comité Ejecutivo del PPCV. Entonces, llamó al líder popular, que aguardaba noticias en Génova. “Le he cesado” le dijo, mintiéndole con descaro. Su relación saltaba por los aires.

A la mañana siguiente, el catorce de octubre, Rajoy volvió a hablar con Camps; un diálogo en nada parecido a los hasta ese día mantenidos. El presidente nacional del PP echó mano de la contundencia no demostrada hasta entonces y le amenazó con destituirle y montar una gestora. “Es un mentiroso y un lastre”, sentenciaba su entorno más cercano. El barón valenciano tardaba sólo unas horas en personarse en el despacho de Costa en la Cortes regionales para informarle de que quedaba apartado de sus funciones.

Tras el esperpento, al que hay que sumar contactos de la dirección nacional -y en especial de su secretaria general, María Dolores de Cospedal- con los líderes provinciales para crear un triunvirato de control, Rajoy y Camps volvieron a retomar el contacto y a suavizar sus diferencias. Y así hasta hoy, cuando ambos han vuelto a salir, con una sonrisa de oreja a oreja, al balcón del Ayuntamiento de Valencia para presenciar la tradicional “mascletá”.

Una imagen que no debe llevar a error. La herida sigue estando ahí, todavía no está cicatrizada. “Rajoy apoya a Camps porque lo tiene que apoyar, por la estabilidad del partido, porque es lo que hay, no puede hacer otra cosa”, explica un destacadísimo miembro del partido, en declaraciones a Libertad Digital.

Sólo una cosa podría alejar a Camps de la Presidencia regional: su imputación por la rama valenciana del caso Gürtel. En la sede nacional dudan de que tal extremo se produzca, “y con los sondeos en la mano sería un suicidio prescindir de él”, añaden las fuentes consultadas.

“Rajoy no se fía al 100% de él, ¿cómo se va a fiar con lo que le ha hecho?, pero sabe mejor que nadie la importancia que tiene la Comunidad Valenciana en su cometido, y le apoyará con el fin de ser presidente”, sentencia este dirigente, conocedor al dedillo de la relación entre ambos líderes del partido.

Rajoy, a Camps: “Gracias Paco”

Y con este panorama, el presidente del PP aterrizó este domingo en la ciudad del Turia para clausurar la convención 'Ahora Empleo'. Escoltado por la alcaldesa de la ciudad, Rita Barberá, y por el citado Francisco Camps, Rajoy fue recibido a la entrada del cónclave por centenares de militantes y simpatizantes al grito de “presidente, presidente”. También acudió buena parte de la cúpula del partido, si bien llamó la atención la ausencia de Cospedal -cuya relación con el barón regional es hoy por hoy irreconciliable-, que se excusó su ausencia por problemas de agenda.

Ya en su discurso, el líder de la oposición dejó para el final las referencias en clave interna. “Siempre que vengo aquí me sube la moral”, sentenció Rajoy, recibiendo el aplauso de un auditorio abarrotado. “Me siento muy bien tratado, y cuando lleguemos al Gobierno yo estaré a la altura con la Comunidad Valenciana”, continuó, para concluir su intervención con un lacónico “gracias Paco”.

 Camps: “A las duras y a las maduras”

Previamente, el presidente valenciano aseguró que “nunca es fácil estar en las duras y en las maduras”, pero que él siempre lo ha hecho, en referencia al apoyo explícito dado a Rajoy tras su derrota en las urnas. Dicho esto, Camps comparó la situación actual con el año 1995, antesala de la primera victoria de José María Aznar.

“Entonces llegó el PP, y tú junto a un equipo excepcional de políticos, conseguisteis darle la vuelta y España se puso en marcha”, proclamó, para acto y seguido afirmar que “tenemos las iniciativas, los proyectos y las propuestas” por lo que el país volverá a funcionar “con Rajoy como presidente”.

“Vas a tener el cariño de todo el pueblo, de millones de valencianos y españoles, va a ser muy emocionante, posiblemente lo más emocionante que nadie pueda vivir, tienes la esperanza de todo el pueblo”, sentenció, recordándole implícitamente que el caladero de voto valenciano es imprescindible para su victoria. “Te vamos a aupar entre todos porque te queremos y sabemos que eres el mejor”, dijo a Rajoy.

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