Tan seguro está de su victoria en la cita con las urnas que el líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, lleva meses confeccionando su gobierno en la sombra; ése con el que pretende desembarcar en La Moncloa una vez acabe la era de José Luis Rodríguez Zapatero.
No es que el jefe de la oposición haya centrado reuniones de trabajo en confeccionar su hipotético Ejecutivo, pero sí que ha mantenido más de una conversación en este sentido e, incluso, se ha interesado por personajes fuera del propio partido. "Ya tengo algún nombre" aunque "no atenderé a criterios territoriales ni cuotas", afirmó el propio Rajoy este domingo en una entrevista publicada en varios medios regionales.
"El único criterio es poner a los mejores. Y a ser posible a unos que sean mejor que yo", recalcó, si bien no quiso desvelar en quién está pensando. Y es que ya saben: si por algo se caracteriza Rajoy es por ser fiel a sus tiempos. "No quiere que se empiecen a hacer cábalas cuando, a priori, las elecciones generales quedan tan lejos", arguyen fuentes de su entorno, que dan por hecho que el Gobierno, aunque con dificultades, podrá sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado con ayuda del PNV.
Rajoy pretende hacer un gobierno "muy técnico", pues su principal objetivo será salir de la recesión, y con personas "en las que pueda confiar a ciegas". Por ello, no es de extrañar que quienes conforman el Comité de Dirección del PP se sepan objeto de todas las quinielas. "A mí no me conviene moverme mucho, ya estoy pensando en el Gobierno", confesó un miembro de ese órgano interno antes de las vacaciones de verano, en conversación informal con este periódico.
"Yo me veo como portavoz, que es lo que soy, hay que trabajar mucho en el presente para ganar en el futuro", dijo una sonriente Soraya Sáenz de Santamaría en la rueda de prensa que ha protagonizado este lunes. Le preguntaban por si se ve en la Vicepresidencia Primera del Gobierno, puesto para el que, según sus colegas, "tiene muchas papeletas".
Otro del Comité de Dirección que tiene claro su salto al Gobierno es el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón. Para él se sugieren las carteras de Fomento y Justicia, sin olvidar la portavocía del Ejecutivo a tenor "de la buena opinión que tienen los ciudadanos de él".
Sin embargo, para dirigir el Ministerio de Justicia le habría salido un rival externo. Se trata de Enrique López, el que fuera portavoz del Consejo General del Poder Judicial y candidato del PP a formar parte del Tribunal Constitucional. Ya se habrían producido contactos.
Las elecciones de 2011, punto de inflexión
Según las fuentes consultadas por Libertad Digital, hay una fecha clave de la que dependerá buena parte del futuro Ejecutivo de Rajoy: la cita con las urnas de 2011 y el caso especial de Andalucía, cuyas elecciones se celebran con las nacionales. Un ejemplo: si María Dolores de Cospedal no se alza con el poder en Castilla-La Mancha "será una fija" del Gobierno. Lo mismo ocurriría con Javier Arenas.
"Me parece normal que quien va a ser el próximo presidente tenga en la cabeza a quien va a ser su Gobierno, es lógico que esté pensando en ello", afirmó Sáenz de Santamaría en la citada comparecencia, para a renglón seguido ironizar: "Unos tenemos Gobierno en la sombra y otros en la sombrilla", en referencia a que la mayor parte del Ejecutivo socialista siga de vacaciones.
Un equipo a La Moncloa para el que también suenan otros nombres. Cristóbal Montoro "se merece sin ninguna duda" ser ministro de Economía, aseguran en el Congreso de los Diputados. El presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, ya tuvo que responder sobre si se veía al frente de Interior en una entrevista concedida a esta casa.
"Quien crea que Rajoy no está en estos asuntos se equivoca. Está pensando en su Gobierno. Estamos ante un panorama de total incertidumbre, con un Gobierno que puede caer en cualquier momento. No es que esté por las nubes, es que por responsabilidad no le queda otra que hacerse determinadas preguntan", sentencian en la sede nacional del partido.