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Costa planta cara a Rajoy y le pide que le investigue "si tiene la mínima duda"

Ricardo Costa asegura que siempre actuó bajo la batuta de Camps y planta cara a Rajoy; le exige que investigue si tiene dudas sobre su honorabilidad. Más solo que nunca, el todavía número dos del PPCV aceptará su cese pero no piensa dimitir. En Madrid reconocen que "es la guerra".

Ricardo Costa asegura que siempre actuó bajo la batuta de Camps y planta cara a Rajoy; le exige que investigue si tiene dudas sobre su honorabilidad. Más solo que nunca, el todavía número dos del PPCV aceptará su cese pero no piensa dimitir. En Madrid reconocen que "es la guerra".

Ricardo Costa señala a Francisco Camps y a Mariano Rajoy. En una comparecencia en la que no ha admitido preguntas y en la que no ha estado acompañado por ningún dirigente del PPCV, ha leído un comunicado en el que ha asegurado que "siempre" ha trabajado de acuerdo a las directrices marcadas por las direcciones regional y nacional.

Por ello, ha reiterado en varias ocasiones que considera "contraproducente" su dimisión, aunque aclara que aceptará su cese si así lo estima el Comité de Dirección, que se reúne este martes.

Pese al informe policial y a las conversaciones aparecidas en los medios de comunicación, el todavía número dos del PP valenciano añadió que, en todo momento,  ha actuado de forma correcta y "nunca" ha incumplido con la legalidad. En este sentido, apuntó que su marcha "sólo resultaría procedente si no lo hubiera hecho bien, algo que no ha ocurrido". Tampoco está dispuesto a asumir como propias "responsabilidades de terceros".

Fuentes consultadas por Libertad Digital del aparato del PP a nivel nacional reconocen que lo dicho por Costa es "una declaración de guerra". "Ahora hay que mover ficha y hacerlo sin ambigüedades", sentencian.

Lanza un pulso a Mariano Rajoy

El secretario general de los populares valencianos no se ha amedrentado. Al revés; ha pasado al ataque. Ha acusado a la dirección nacional del PP de dejarle caer y permitir que la opinión pública le haya condenado "como si hubiera incumplido mis obligaciones o como si hubiera obtenido algún tipo de ventaja de la trama".

Algo, continúa, que es falso y que le produce "tristeza". Por ello, muestra su deseo de que "el PP nacional defienda mi imagen, mi honor y mi honradez y que lo haga de forma pública". "No hacerlo sería poner en tela de juicio mi función", ha sentenciado.

"Le pido a Rajoy que si tiene la más mínima duda, la más mínima duda, abra una investigación interna sobre mi persona", ha continuado, para exigir una explicación de Génova. Anuncia que pone a su disposición sus declaraciones de la Renta para que pueda realizar todas las investigaciones pertinentes.

Al vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, también le lanza un claro mensaje: "Un amigo mío dijo que la fiesta acababa a las cuatro, yo en este caso estoy de acuerdo con lo que dijo el presidente; en el PP la fiesta no acaba nunca".

"Nunca he actuado al margen de las directrices del PP valenciano aunque en algunos casos haya sido difícil a título personal", dijo, en referencia a su apoyo a Rajoy en el Congreso de Valencia que le ratificó al frente del PP pese a que su hermano, Juan Costa, llegó a plantarle cara.

Apunta a Rambla y habla de Orange Market

Por activa y por pasiva también aseguró que él no va a ser el cabeza de turco del caso Gürtel. Y explicó porque no debe serlo. Primero aclaró que nunca ha tenido la responsabilidad de coordinar las campañas autonómicas y locales del PP valenciana. De ello se encarga el vicepresidente Vicente Rambla.

Sobre la empresa Orange Market, ha recordado que su formación ya trabajaba con la principal compañía asociada con la trama antes de que él fuera nombrado secretario general y que, en ningún momento, Génova le transmitió la orden de que rompiera relaciones.

"Si la dirección nacional tenía otro criterio nunca se materializó en ninguna instrucción", zanjó Costa, que afirmó que, tras conocerse el caso Gürtel, el PPCV dejó inmediatamente de trabajar con dicha empresa.

El Infiniti y el reloj de Costa

A lo largo de su extensa declaración, en la que no ha admitido preguntas, también ha pedido públicamente disculpas por las conversaciones "en algún caso desafortunadas" con Álvaro Pérez -"El Bigotes"-, del que, según dijo, desconocía su vinculación con la trama y que fueron privadas, aunque le han "avergonzado profundamente" al leerlas.

Costa, que ha recordado que no está imputado en ningún proceso judicial, ha defendido que no le competen las responsabilidades en las adjudicaciones de contratos públicos y que nunca ha hecho gestiones en beneficio de las empresas de la trama Gürtel.

Sobre sus "responsabilidades como militante" ha admitido que la compra del coche Infiniti, que pagó en su totalidad y sin mediación de la trama, fue "desafortunada" en un momento de crisis y un "error" que lamenta, y ha defendido que puede parecer "inapropiado" aceptar el reloj de lujo que le regaló el ex alcalde de Alicante Luis Díaz Alperi, pero lo hizo por sus 15 años de amistad.

También ha argumentado que ha pagado sus trajes y que siempre ha devuelto cualquier regalo "improcedente" y ha afirmado que su "único patrimonio" es su "honradez".

"Es una declaración de guerra"

Es el peor escenario posible tanto para Mariano Rajoy como para Francisco Camps, que en las últimas horas habían intentado evitar lo que finalmente ha ocurrido.

La dirección nacional del PP se ha reunido esta mañana para analizar todo lo acontecido, pero ha optado por no convocar ninguna rueda de prensa pese a ser lo habitual. En la reunión han estado los primeros espadas de la formación, incluyendo a Rajoy, María Dolores de Cospedal o los vicesecretarios Ana Mato, Javier Arenas y Esteban González Pons.

"Estamos a la espera", apuntan fuentes del partido, que confiesan que lo dicho por Ricardo Costa es "una declaración de guerra". "Ahora hay que mover ficha y hacerlo sin ambigüedades", sentencian, en declaraciones a este periódico.

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