Alfredo Pérez Rubalcaba se ha desplazado este lunes hasta Casablanca y Rabat, donde se ha reunido tanto con el dictador marroquí, Mohamed VI, –acto que no estaba previsto en la agenda oficial del viaje– como con el ministro del interior del país vecino, Taieb Cherqaoui.
El ministro del Interior ha intentado enterrar la grave crisis de este verano –como ya viene siendo tradicional en los meses estivales– en la frontera de Beni-Enzar, el paso que une Marruecos con Melilla. Así, durante su comparecencia ante los medios de comunicación en la embajada española en Rabat, se ha negado a responder pregunta alguna sobre esta crisis, aduciendo que ese "conjunto de incidentes que pertenecen al pasado". Prueba de ello es que el ministro no ha hecho alusión a la ciudad autónoma en ningún momento durante su explicación de su visita al país vecino, en la que ha preferido hablar de acuerdos en materia de tráfico de drogas, inmigración y lucha contra el terrorismo.
En sus escuetas palabras sobre Melilla, dichas sólo a preguntas de los periodistas, el ministro afirmó que acordó con su homólogo "poner eso en el pasado" porque, dijo, "eso ya es pasado". Añadió que se trata de incidentes "ya superados".
Comunicado sin alusión a Melilla
En este mismo sentido iba también el comunicado oficial que minutos antes de la rueda de prensa de Rubalcaba habían hecho públicos ambos gobiernos, de forma conjunta. En el mismo, tampoco se hacía mención alguna a los incidentes de este verano.
Igualmente, en el mismo comunicado, ambos gobiernos, además de recodar las buenas relaciones entre los monarcas de ambos países, piden que "Dios asista" al dictador norteafricano, olvidándose en esa petición del rey de España. "En esta reunión, en la que han tomado parte los responsables de seguridad de los dos países, los dos ministros han recordado la solidez de las relaciones fraternales que unen a SM el Rey Mohammed VI, que Dios le asista, y a SM el Rey D. Juan Carlos I, así como las profundas relaciones que mantienen los Gobiernos de los dos países, que comparten su adhesión a los valores de la democracia, de la libertad y de la tolerancia", dice el texto.
El ministro español ha explicado que en sus encuentros con las autoridades marroquíes se ha pasado revista a "cuestiones prioritarias" de la cooperación bilateral entre los ministerios del Interior de ambos países, concretamente los relativos a la inmigración, tráfico de drogas, terrorismo y cooperación en materia de seguridad.
En cuanto al tráfico de drogas, ambos gobiernos van a reactivar el Grupo mixto de lucha contra la droga al objeto de establecer, "tan pronto como sea posible", para luchar contra las formas de tráfico, "en especial, la que afecta a las drogas duras y el modus operandi de las redes y, de manera particular, el blanqueo de dinero".
Los dos ministros también trataron temas relaciones con la lucha "contra la amenaza terrorista en sus respectivos países" y reafirmaron el compromiso de "coordinar y fortalecer su acción conjunta para abordar los desafíos que representa el terrorismo en la región sahelo-sahariana, que afecta a todos los países del Magreb y de la cuenca mediterránea".
Sobre la cooperación en materia de seguridad, han decidido impulsar las reuniones periódicas del Grupo mixto de Seguridad y han acordado la puesta en marcha de dos comisarías conjuntas, similares a las que tiene España con Francia, y que estarán ubicadas en Algeciras y en Tánger.