(Libertad Digital) En concreto, el líder de la FSM adaptó el estribillo del single a sus necesidades políticas. Y lo hizo con todo detalle, sin dejar nada al azar. La canción de Alejandro Sanz dice lo siguiente: “Vale, que a lo mejor me lo merezco. Bueno, pero mi voz no te la vendo. Puerta, y lo que opinen de nosotros, léeme los labios, yo no estoy en venta”. El cantautor del PSOE decidió hacer algunos retoques.
Primer cambio. Simancas ha reiterado que la responsabilidad de la inclusión en la lista electoral de Eduardo Tamayo y Maite Sáez no es sólo suya. Por ello, no dudó en enviar un mensaje a José Blanco y compañía: “Vale, que a lo mejor lo merecemos”. Primera persona del plural. “Bueno, pero mis principios no los vendo”. Regresa a la primera persona del singular, para dejar claro que sus principios son sagrados. Quizá, en esta ocasión, le pareció demasiado arriesgado hablar por boca de otros compañeros de partido. “Puerta, y lo que opinen los demás, leerme los labios, yo no estoy en venta”. Dice “los demás” y no “de nosotros”, como en el original de Sanz. Con lo que extiende a algunos de los presentes la advertencia sobre la indiferencia que le provoca las opiniones que tengan de su persona.
Por otra parte, Esperanza Aguirre ha explicado en La Razón que la incorporación de Matilde Fernández en la candidatura de la FSM también “está llena de significados”. Según la candidata del PP, “pierde peso la línea más abierta del PSOE y gana la más dogmática, la del guerrismo. Matilde Fernández es un claro exponente de esa línea”. Además, Aguirre recordó que “durante su gestión como ministra de Asuntos Sociales tuvo actuaciones de escandaloso sectarismo, como cuando denegó una subvención a la Asociación de Víctimas del Terrorismo mientras subvencionaba a otras asociaciones menos importantes”. Por ello, desde el Partido Popular se cree que la FSM busca asentarse “sobre lo más rancio, lo más periclitado y lo más antiguo” tras la crisis abierta por Tamayo.
Primer cambio. Simancas ha reiterado que la responsabilidad de la inclusión en la lista electoral de Eduardo Tamayo y Maite Sáez no es sólo suya. Por ello, no dudó en enviar un mensaje a José Blanco y compañía: “Vale, que a lo mejor lo merecemos”. Primera persona del plural. “Bueno, pero mis principios no los vendo”. Regresa a la primera persona del singular, para dejar claro que sus principios son sagrados. Quizá, en esta ocasión, le pareció demasiado arriesgado hablar por boca de otros compañeros de partido. “Puerta, y lo que opinen los demás, leerme los labios, yo no estoy en venta”. Dice “los demás” y no “de nosotros”, como en el original de Sanz. Con lo que extiende a algunos de los presentes la advertencia sobre la indiferencia que le provoca las opiniones que tengan de su persona.
Por otra parte, Esperanza Aguirre ha explicado en La Razón que la incorporación de Matilde Fernández en la candidatura de la FSM también “está llena de significados”. Según la candidata del PP, “pierde peso la línea más abierta del PSOE y gana la más dogmática, la del guerrismo. Matilde Fernández es un claro exponente de esa línea”. Además, Aguirre recordó que “durante su gestión como ministra de Asuntos Sociales tuvo actuaciones de escandaloso sectarismo, como cuando denegó una subvención a la Asociación de Víctimas del Terrorismo mientras subvencionaba a otras asociaciones menos importantes”. Por ello, desde el Partido Popular se cree que la FSM busca asentarse “sobre lo más rancio, lo más periclitado y lo más antiguo” tras la crisis abierta por Tamayo.