"La justicia es igual para todos. O debería. Y nadie se la puede saltar a la torera. Menos, desde la misma Administración y desde el ministerio que debe hacer cumplirla". Así de contundente se mostró este jueves la Unión Federal de la Policía (UFP), que censuró que el departamento que dirige Alfredo Pérez Rubalcaba ignore las sentencias judiciales y siga adelante con sus nombramientos a dedo.
El sindicato recordó que fueron los representantes de los policías los que denunciaron "el uso indiscriminado de la libre designación dentro del Cuerpo Nacional de Policía para los puestos de trabajo de los más altos niveles" y lo hicieron porque consideraban que los concursos de méritos no debían utilizarse solamente para designar los puestos de la escala básica y de subinspección sino también los de los principales mandos de la Policía.
"Entendíamos que era una politización de la Policía que nos perjudicaba a todos. En primera instancia, a nosotros, por no tener al jefe más preparado o al que más conocimiento tiene para desempeñar ese puesto de trabajo, y luego, al ciudadano, porque veía como resoluciones puntuales, se utilizaban de una forma u otra. Grave y sangrante es el caso del Comisario Sánchez Manzano al frente de los TEDAX en el 11-M", justificó la UFP.
La denuncia llegó entonces a buen puerto, y el pasado 15 de julio de 2010, el Supremo ratificó la sentencia del TSJ de Madrid que obligaba al ministerio del Interior a sustituir a los 7000 mandos designados a dedo por otros que ocupasen esos puestos por méritos profesionales.
Ahora, la UFP censuró que, tras firme la sentencia, "cuatro órdenes generales posteriores, han seguido incumpliendo lo reflejado en la misma, nombrando a dedo a muchos mandos policiales, siendo desobedecida la sentencia del TSJM por parte de la Dirección General". Es más, el ministerio ha decidido que por su "especial responsabilidad, funcionalidad y confidencialidad" los 7000 cargos policiales nombrados a dedo "no pueden ser cambiados de puesto de trabajo".