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Muere un soldado español en Afganistán al explotar una mina

El militar español, el cabo Cristo Ancor Cabello Santana, ha fallecido este miércoles y otros cinco soldados han resultado heridos leves después de que su vehículo pisara un artefacto explosivo en las proximidades de la ciudad afgana de Herat.

El militar español,  el cabo Cristo Ancor Cabello Santana, ha fallecido este miércoles y otros cinco soldados han resultado heridos leves después de que su vehículo pisara un artefacto explosivo en las proximidades de la ciudad afgana de Herat.

El trágico suceso ocurrió a las 09:30 (hora peninsular española), cuando un convoy militar español conformado por nueve vehículos blindados BMR, un VAMTAC y un camión de recuperación de vehículos, de la fuerza operativa "Fuerteventura", del Regimiento de Infantería Ligera Soria 9, se encontraba en las proximidades de la localidad afgana de Siah Washan, situada al noreste de Herat, con la misión de "hacer presencia" y desmantelar "check points" ilegales que los talibán colocan habitualmente en el distrito Pasthun Zarghun.

De acuerdo con las conclusiones finales de la investigación del Ministerio de Defensa, una mina anti-tanque de gran potencia estalló al activarse por la presión ejercida sobre ella por el tercer blindado BMR del convoy español. "Todos los indicios", según el departamento de Carmen Chacón, apuntarían a que ese ataque no iba dirigido "específicamente" contra las tropas españolas.

En ese vehículo viajan el fallecido, que ocupaba el puesto del tirador, y otros cinco militares. Tras la explosión, Cabello Santana y los otros cinco heridos fueron evacuados al hospital ROLE 2, en la base de apoyo avanzado de Herat, donde el cabo murió mientras era intervenido quirúrgicamente a las 11:10 horas (local de España).

El cabo español Cristo Ancor Cabello Santana, de 25 años, natural de Las Palmas, había ingresado en el Ejército de Tierra en 2003. Pertenecía a la especialidad fundamental de Infantería Ligera y se encontraba destinado en el Regimiento de Infantería Ligera "Soria 9", con base en Las Palmas. Había sido condecorado con la Medalla de las Naciones Unidas, por su participación en El Líbano.

Los cinco heridos leves están bien y "pronto estarán en casa" porque evolucionan muy favorablemente, según el Ministerio de Defensa.

Los restos mortales de Cabello Santana llegarán a la capital grancanaria posiblemente en vuelo directo, en el mismo avión en el que viajaron este miércoles desde Madrid la ministra de Defensa, Carmen Chacón, y el Jefe del Estado Mayor de la Defensa, José Julio Rodríguez, para conocer de primera mano las circunstancias del atentado y repatriar el cuerpo.

Los actos fúnebres tengan lugar este viernes 9 de octubre, en el que el Gobierno Zapatero celebra en la capital grancanaria un Consejo de Ministros monográfico y extraordinario sobre el Plan Canarias.

Noventa bajas en Afganistán

El fallecimiento del cabo Cristo Ancor Cabello Santana eleva a 90 las víctimas mortales de la misión española en este país desde el inicio del despliegue en Afganistán en enero de 2002 y sitúa en 150 las bajas de en todas las operaciones españolas de mantenimiento de la paz.

Las primeras víctimas de la misión española en este país fueron los 63 militares que perecieron en el accidente del Yakovlev-42D el 26 de mayo de 2003 en Trebisonda (Turquía) cuando regresaban de finalizar su misión. Dos años después, el 16 de agosto de 2005, 17 militares que viajaban a bordo de un helicóptero Cougar murieron al estrellarse éste en Shindad (Afganistán) cuando realizaban un vuelo de reconocimiento junto a otro aparato del destacamento español.

Al margen de los accidentes aéreos, el primer fallecido en Afganistán fue el capitán médico del Ejército del Aire Jesús de la Pascua Belaustegui, que perdió la vida por un infarto el 24 de octubre de 2005. El primer militar víctima de un ataque talibán fue el soldado peruano Jorge Arnaldo Hernández Seminario, alcanzado por la explosión de una mina anticarro al paso de su vehículo el 8 de julio de 2006.

Posteriormente, perdió la vida el 21 de febrero de 2007 la soldado Idoia Rodríguez Buján, también por la explosión de una mina contra carro colocada en una carretera del distrito de Shindad, limítrofe con la provincia de Farah, una de las más conflictivas de toda la zona oeste. Tras la muerte de Rodríguez Buján, el sargento Juan Antonio Abril Sánchez perdió la vida el 26 de mayo de 2007 en un accidente con su vehículo de Alta Movilidad Táctica (VAMTAC).

El destacamento español sufrió otro atentado terrorista el 24 de septiembre de 2007 y en él murieron los soldados Germán Pérez Burgos y Stanley Mera Vera y su traductor, Roohulah Mosavi. El último ataque mortal que había sufrido el contingente español en Afganistán se remonta al 9 de noviembre del año pasado, cuando un atentado suicida acabó con la vida de dos militares de la Brigada Ligera Aerotransportable (BRILAT), Juan Andrés Suárez García y Rubén Alonso Ríos.

 

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