L D (Mercedes R. Martín) No fue dentro, sino fuera del Hemiciclo donde se habló de 11-M. La sesión de control estuvo dedicada a otros temas: el Falcon de Zapatero, las contradicciones entre Jiménez y Chacón y, cómo no, la crisis. En los pasillos algunos sí hablaron de las revelaciones que, de nuevo, hacen tambalearse lo que nos han contado de los atentados.
El primero en pronunciarse sobre el tema fue el diputado del PP Esteban González Pons. Preguntado por las informaciones que apuntan a una versión corregida de la sentencia de Gómez Bermúdez, a las nuevas y fundamentadas dudas sobre los explosivos y las últimas informaciones de LD sobre los supuestos huidos, el vicesecretario de Comunicación del PP afirmó que estas “nuevas revelaciones están poniendo en cuestión algunas cuestiones” sobre la masacre y la investigación. “Es obvio que sobre este asunto hay que volver a mirar”, añadió.
Bastante más escueto fue el portavoz socialista en el Congreso, José Antonio Alonso. Preguntado nada más salir de la Cámara, al escucharla sólo respondió “no, no” acelerando el paso. Algo más dijo, también desde el PSOE, Fernando Moraleda. En su opinión, “son los jueces” quienes tienen que dilucidar sobre lo ocurrido en un “Estado de Derecho”. Al hablársele de la posibilidad de que se abriera una nueva investigación precisamente en ese ámbito, el judicial, partiendo de los nuevos datos, se limitó a repetir la misma consigna. Por parte del PSOE vuelve a quedar claro que no impulsarán, ni fuera ni dentro de la Cámara, nuevas pesquisas.
José Luis Ayllón, el número dos del grupo popular en el Congreso, dio una respuesta muy similar a la de la portavoz parlamentaria el pasado martes: “Cualquier información que genere nuevos datos tiene que ser investigada”. Nacho Uriarte, el diputado y presidente de Nuevas Generaciones del PP, hizo algunas valoraciones más. A su juicio, en la que medida que “se demuestre que hay incógnitas que siguen sin esclarecerse, por justicia no podemos permitir que esto se quede como el ‘expediente x’ de la Historia española”.
En su opinión, “todas las fuerzas políticas deben estar interesadas” en aclarar lo que ocurrió. Sí apuntó, preguntado por la posibilidad de que se vuelva a hablar de ello en el Congreso, que deberían existir ya “mecanismos” como una comisión mediante las cuales se pueda impulsar una investigación, “sin necesidad de abrir el debate político”.
Las opiniones en el PP distan mucho de ser iguales en este asunto, que no ha vuelto a formar parte del discurso político del partido desde la renovación del Congreso de Valencia. Ejemplo de ello es la respuesta de Celia Villalobos, que no quiso ni oír hablar del tema: “Sobre el 11-M no digo absolutamente nada”.