Sesión de control descafeinada, habida cuenta de las bajas de los titulares de Interior y Trabajo. El cara a cara entre José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy ha supuesto más de lo mismo, y de hecho el nivel utilizado por ambos ha sido mucho más bajo al habitual.
El jefe de la oposición preguntó al presidente por los datos del paro de febrero, a lo que éste le contestó que "no es bueno" pero sí mejor al de "los años anteriores". E hizo un augurio cargado de optimismo: "Habrá recuperación de empleo este año".
Rajoy, ya en la réplica, no pareció muy convencido: "Es imposible creerle a usted", afirmó, para a renglón seguido afirmar que con él como presidente es "muy difícil que baje el paro". Tampoco que "haya seguridad y certidumbre".
Por ello, "y si no tiene ideas" contra la crisis, el líder del PP le instó a "votar, al menos, la del PP".
En su respuesta, Zapatero no quiso entrar al trapo, y se limitó a recordar que siendo el presidente España tuvo la tasa de paro más baja de la historia. En el PP –cuya bancada ya contaba con Ana Mato, desaparecida unos días por el fallecimiento de su padre- tiene claro que ello es, única y exclusivamente, a la herencia recibida por el Gobierno de José María Aznar.