El jefe del Ejecutivo se ha felicitado de las últimas detenciones de etarras y ha dicho que "la superioridad de la democracia frente al terror es siempre inequívoca" y ha asegurado que los violentos y quienes les apoyan "desistirán" ante la fortaleza del Estado.
En este sentido, ha calificado de "muy importante" esta operación, porque eran "sujetos muy activos, peligrosos y con una participación directa en distintas acciones criminales".
"Nuestra fortaleza es extraordinaria", ha enfatizado, y ha dicho que las 18 personas detenidas en el último mes por su supuesta vinculación con ETA demuestran que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad tienen capacidad para saber quiénes son, qué hacen y cómo hacen las cosas.
También ha querido lanzar un "mensaje muy claro", en el sentido de que "nada va a detener al Estado democrático para perseguir, detener y acorralar la violencia".
A este respecto, ha citado la sentencia del Tribunal de Estrasburgo, que esta semana ha avalado la ilegalización de Batasuna, y ha proclamado que "no hay nada más democrático que impedir que alguien use la democracia para defender lo que niega la democracia, que es la violencia".
"La violencia es la negación de la democracia", ha subrayado, desde la premisa de que "impedir que se apoye la violencia es afirmar en toda su dimensión la democracia". Según el presidente del Gobierno, la democracia "se impondrá", porque está "más fuerte que nunca". "Estamos fuertes (...); sé por qué lo digo", ha anotado, aunque ha reconocido que eso no significa que no vuelva a producirse "algún zarpazo".
Con Patxi López en el Gobierno vasco, a su juicio, se produce "un trabajo de reafirmación democrática muy poderoso", que será "una palanca más de aceleración para llegar al fin de la violencia".