L D (Agencias) El viernes pasado el ex presidente Felipe González y el ministro de Defensa José Bono coincidían en la presentación de un libro y al ser preguntados por la reforma del Estatuto ambos abogaban por “hacer un esfuerzo” para llegar alcanzar el máximo consenso, incluido el PP.
Esta cuestión ha estado presente este lunes en la Ejecutiva Federal del PSOE, presidida por Rodríguez Zapatero y con la ausencia del presidente de la Junta de Extremadura, Rodríguez Ibarra. En la rueda de prensa posterior a esta reunión, el secretario de organización, José Blanco informó que la Ejecutiva esperaba que la reforma se aprobase bajo un "espíritu de diálogo y consenso".
Blanco destacó la importancia de que el PP se una al resto de formaciones políticas en la búsqueda del consenso aunque no sea muy optimista. "Sería positivo para España y Cataluña que el PP pudiera sumarse a un acuerdo mayoritario en las Cortes Generales –expresó–. Su actitud lo hace francamente imposible, porque no quiere enmendar, simplemente quiere dar un portazo al Estatuto".
En este sentido, aventuró que si "finalmente se aprueba tras la actitud del PP", difícilmente la formación que lidera Mariano Rajoy "podrá gobernar la España plural, diversa y real". Al contrario, expuso, puede convertirse en una "derecha extrema" que no será "alternativa de Gobierno". Aseguró que el PSOE quiere "bajar al PP del monte del inmovilismo" y que por eso le invitan a "dialogar" y buscar un "mínimo denominador posible". No obstante, incidió en que aunque sería "deseable" que el PP esté en el acuerdo, no es "imprescindible". "Dando un portazo al Estatuto de Cataluña, está también cerrando las puertas de su futuro como alternativa de Gobierno", advirtió.
El Estatuto ya está en las Cortes y “no es tiempo de mirar al pasado”
Al preguntarle al “número dos” del PSOE sobre qué opinión había expresado Rodríguez Zapatero sobre el Estatuto, Blanco explicó que en la reunión hubo una "reflexión" sobre la "oportunidad" que significa la aprobación del Estatuto de Cataluña, de forma que suponga un "avance del autogobierno" y que se haga, a la vez, "de acuerdo al interés general". "Se hizo una reflexión de cuáles han de ser los procedimientos a seguir, el tiempo y lo que tenemos por delante", señaló.
"No es tiempo de mirar al pasado. No es tiempo de mirar a si el trámite tenía que haber sido de una u otra forma –indicó en referencia a la intervención del presidente–. El Estatuto está en las Cortes Generales y de la gestión que sepamos hacer, de su trámite, del acuerdo que podamos alcanzar, dependerá la aprobación del Estatuto y que Cataluña salga fortalecida de este proceso y los intereses de España y los españoles también". "Esta es la tarea que tenemos por delante", manifestó.
Ahondando en esta posición, y en relación a la postura del PSC, Blanco incidió en que el objetivo es mirar "al futuro". "El futuro nos exige un esfuerzo común para tratar de acordar un texto en el Parlamento que responda a la Constitución y al interés general y que podamos acordar en el Congreso de los Diputados", zanjó. Dentro de estos dos márgenes, el PSOE buscará el acuerdo y el diálogo en el Congreso de los Diputados con todas las fuerzas políticas para posibilitar la aprobación de un Estatuto bueno "para Cataluña y el conjunto de los españoles". "Ahora le toca al Parlamento español", remarcó.
En este sentido, señaló que espera que a final de este mes el PSOE esté en condición de tener un informe que le permita fijar el "alcance de la reforma" que promoverá en el Parlamento. En cualquier caso, resaltó que la tramitación de la reforma está "tasada" y que tiene "un procedimiento". "Entre los que no quieren que se discuta en el Parlamento y los que no quieren que se toque una coma, nosotros queremos que se discuta, se enmiende, se acuerde y se apruebe", remachó.
“Fiebre patriótica” del PP
Blanco resaltó que si el PP entendiera que los Estatutos son "leyes de España" que se aprueban en el Parlamento español, seguro que los que se "envuelven en la bandera" nacional no harían debates sobre este texto de reforma fuera de las Cortes Generales y en los Parlamentos Autonómicos. El secretario de Organización indicó, asimismo, que al PP no le preocupa el Estatuto, sino "el PSOE" y dijo que los populares sufren una "fiebre patriótica" cuando está en la oposición. En este sentido, recordó que de decir 'Pujol, enano, habla castellano', se pasó a decir que Aznar hablaba "catalán en la intimidad".
En cuanto a las afirmaciones del líder de la oposición sobre supuestos contactos con dirigentes del PSOE para hacer descarrilar el Estatuto catalán, Blanco dijo que no querer hacer "ningún comentario". "Si dijera la cantidad de veces que miembros de la dirección del PP o dirigentes del PP me cuentan el desastre que es Rajoy y algunos de sus colaboradores, tendríamos para una rueda monográfica", ironizó.
El secretario de Organización y Coordinación dijo, sobre las intervenciones en el seno de la Ejecutiva sobre el proyecto de reforma del Estatuto, que hubo "unanimidad en la interpretación y valoración de todos los miembros de la dirección" y también una apuesta decidida para tratar de sacarlo adelante "enmendándolo" y "acordándolo" con el mayor número de fuerzas. "Quien se va a romper después de la aprobación por parte del Parlamento del Estatuto va a ser el PP –señaló al preguntársele sobre si alguno de los intervinientes había alertado de riesgos–. No se va a romper la unidad de España ni se va a quebrar la unidad del PSOE".
Según fuentes socialistas, en la reunión tomaron la palabra, además de Zapatero y Blanco, Trinidad Jiménez, Carmen Chacón, Alfonso Perales, Álvaro Cuesta y José Montilla. El presidente del PSOE, Manuel Chaves, no intervino y el presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, no estuvo presente.