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Otras "observaciones" de los peritos que nunca fueron eliminadas

 

L D (Olivia Moya) El argumento empleado por el tribunal de la Audiencia Provincial de Madrid para absolver a los mandos policiales imputados por el caso del bórico ha sido que los peritos añadieron observaciones que carecían del "rigor científico" necesario y eran meras "especulaciones". Por lo que, según la sentencia, a pesar de admitir que los jefes de la Policía Científica cometieron "irregularidades administrativas", éstas fueron "inocuas".
 
El tribunal ha dado por buenas, de esta manera, las tesis expuestas por los imputados en el juicio del bórico y por la propia Fiscalía, que reconocieron la mutilación del informe, matizando que esas "modificaciones" no tenían importancia porque añadieron "juicios de valor" que carecían del "rigor científico y policial" necesario, porque dicho informe no era oficial sino un mero borrador y porque era algo que se hacía de manera bastante habitual.
 
Sin embargo, esto no es así. El informe sí que era oficial y así lo dijo ante el juez el jefe de la pericia Manuel Escribano. Era "el informe definitivo, no entiendo por qué se dijo que era un borrador. En mi vida he hecho un borrador". Tampoco era algo que se hiciera de manera habitual. Más bien todo lo contrario. Lo realmente habitual eran las observaciones como las que los peritos hicieron constar en el informe mutilado por los mandos policiales. Pero en otras ocasiones no fueron borradas ni tachadas con tipex.
 
Manuel Escribano, después de cada analítica realizada en el laboratorio de la Policía Científica, apuntaba cuidadosamente los datos que extraía. Esto le permitía relacionar unos hechos con otros. Su labor es, en suma, la pieza básica en cualquier investigación. Las bases de datos son, de hecho, una preciada herramienta policial que agiliza enormemente un trabajo que antaño se reducía a la memoria privilegiada de algunos investigadores.
 
En el informe mutilado se hizo lo que era práctica habitual en los peritos: relacionar los resultados analíticos con otros informes que constaran en el laboratorio. Así, Escribano comenzó escribiendo: "El ácido bórico, en relación con hechos terroristas, fue identificado en este Laboratorio en los siguientes Informes Periciales". Y a continuación explicó el hallazgo del bórico en un piso franco de ETA, que constaba en el informe 868-Q1-01, y en un piso de un presunto terrorista de carácter anarquista. Este último hecho relatado en el informe 534-Q1-99.
 
Ya, en el siguiente párrafo, se decía textualmente:
 
  • Que dado lo poco frecuente en que esta sustancia ha sido intervenida en hechos terroristas y que a nosotros ignoramos su verdadera aplicación en relación con estos hechos, existen varias posibilidades tales como: conservante de los explosivos de tipo orgánico, enmascarar al explosivo para no ser detectado por los perros especialistas en detección de explosivos, etc. Nos lleva a la posibilidad de que el autor/autores de estos hechos estén relacionados entre sí y/o hayan tenido un mismo tipo de formación y/o sean el/los mismos autor/autores.
 
Estas anotaciones fueron las eliminadas y el tribunal considera que carecen de "rigor científico". Pero no fue así en otros informes calcados al que nos ocupa.
 
Por poner sólo algunos ejemplos, se puede comprobar cómo el informe pericial, con fecha de 28 de septiembre de 2001, firmado entre otros por el perito Escribano, concluía que tras los análisis realizados, las sustancias llegadas al laboratorio se "habían utilizado para confeccionar matrículas falsas de vehículos para cometer atentados terroristas".
 
Después de analizar las sustancias que recibieron, como “restos metálicos”, bolsas con tierra o algodones manchados de negro en su interior, relacionaron esos resultados con otros informes que habían aportado similares conclusiones.
 
  • En este Laboratorio se ha tenido conocimiento de que números y/o material de polipropileno de color negro, de las mismas características que el 9 ó 6, de la muestra número 1, del presente Informe Pericial, han sido utilizados para confeccionar matrículas falsas de vehículos para cometer atentados terroristas".
 
Y enumeraban y explicaban esos otros informes anteriores. En este caso el "Informe Pericial 205-Q1-96; el 314-Q1-96 y el 332-Q1-96; El 826-Q1-96", etc.
 
Y terminaban con el mismo párrafo que, en el caso del bórico, fue mutilado:
 
  • El hecho de que se haya utilizado el mismo tipo de material y procedimiento para falsificar las matrículas de los vehículos utilizados en estos hechos terroristas, puede indicar que el autor o autores de los mismos son las mismas personas y/o han recibido el mismo tipo de formación y/o pertenecen a la misma organización terrorista.
 
Otro informe, éste con fecha 10 de septiembre de 2003, y firmado en supervisión por el entonces Comisario Jefe de la Unidad, Juan Jesús Sánchez Manzano, concluía con la misma observación:
 
  • Que teniendo en cuenta la coincidencia desde el punto de vista analítico, de diversos explosivos analizados en este Laboratorio, y por los que se emitieron los Informes Periciales anteriormente descritos, esto nos puede indicar que el autor o autores son las mismas personas, y/o han obtenido un mismo tipo de formación, y/o pertenecen a una misma banda terrorista, y/o que los explosivos de los Informes Periciales a que se ha hecho referencia pueden tener una misma procedencia.
 
En este caso había que analizar una "sustancia pastosa de color marrón claro, una sustancia cristalina de color amarillento y un posible cordón detonante con envuelta de plástico color amarillo", recogidas en el Camino Vecinal de Viana, Viana (Navarra). Tras practicar las técnicas necesarias volvieron a realizar el mismo procedimiento: relacionar las sustancias explosivas que se habían hallado en esa localidad navarra con otros casos relacionados con el terrorismo en que se habían encontrado las mismas sustancias, como fue un artefacto explosivo desactivado por la Guardia Civil en vía férrea de Malgrat de Mar-Blanes; también se relacionaron con un atentado del 21 de julio de 1997 en edificio policial de Buenavista de Oviedo y así hasta seis coincidencias más.
 
Nótese cómo en los casos expuestos la coletilla usada por el perito no supone juicio alguno sino la posibilidad de que exista alguna relación que ayude a la investigación. De hecho, la frase que se repite en todas las conclusiones ("puede indicar que el autor o autores son las mismas personas y/o han obtenido un mismo tipo de formación...") está copiada y pegada en todos los informes como parte de un protocolo.
 
Estos son sólo algunos ejemplos de cómo el perito Escribano y su equipo relacionaban unos informes con otros si su resultado era coincidente. Nunca hasta ese momento sus superiores habían puesto objeción alguna. Hasta el informe del ácido bórico. "Por orden de la superioridad hay que eliminar esto de ETA. La palabra ETA era lo que estorbaba", afirmó Manuel Escribano en el juicio.

INFORMES UTILIZADOS PARA REALIZAR ESTA NOTICIA:

  1. Informe pericial de 10 de septiembre de 2003
  2. Informe pericial de 28 de septiembre de 2001
  3. Informe pericial de 11 de septiembre de 2003
  4. Informe pericial de 1 de febrero de 2002
  5. Informe pericial de 22 de noviembre de 2000
  6. Informe pericial de 6 de octubre de 2000

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