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Dos años de maternidad como en Israel y otras 36 medidas a favor de la familia

La natalidad produce riqueza. España importa natalidad de países de Europa del Este y de China, mientras el número de abortos sigue creciendo. Con una perspectiva eminentemente económica, y pensando en el medio y largo plazo, la Fundación Madrina ha estudiado los problemas de la maternidad y ha elaborado un programa integral de conciliación de familia y trabajo. Conrado Giménez Agrela, su presidente, adelanta a Libertad Digital las 37 Medidas que el PSOE se ha comprometido a hacer suyas y que el PP está estudiando.

La natalidad produce riqueza. España importa natalidad de países de Europa del Este y de China, mientras el número de abortos sigue creciendo. Con una perspectiva eminentemente económica, y pensando en el medio y largo plazo, la Fundación Madrina ha estudiado los problemas de la maternidad y ha elaborado un programa integral de conciliación de familia y trabajo. Conrado Giménez Agrela, su presidente, adelanta a Libertad Digital las 37 Medidas que el PSOE se ha comprometido a hacer suyas y que el PP está estudiando.
LD (V. Gago) ¿Un enfoque utilitarista de la política de familia? Es posible y, además, revela nuevas y poderosas razones de interés propio para estimular la natalidad. La Fundación Madrina ha analizado el problema de la falta de nacimientos en España como un serio perjuicio a la renta del país, a medio y largo plazo.
 
Las soluciones que propone no difieren de las que los economistas Keynesianos arbitrarían, por ejemplo, para inducir la creación de empleo aumentando la inversión pública en infraestructuras. Son 37 medidas controvertidas desde una óptica liberal, porque, en esencia, lo que propone la Fundación presidida por Fernando Giménez Agrela es que "el Estado tiene que meter más dinero en políticas a favor de la natalidad y la conciliación", dice sin complejos a Libertad Digital este biólogo molecular, postgraduado en Negocios y Estrategia Internacional en prestigiosas instituciones como el Instituto de Empresa y la London Business School, que ha desempeñado funciones de análisis y asesoría en los Gabinetes de Estudio y Gabinetes de Presidencia de los bancos más importantes del país, entre ellos el Santander y el BBVA, así como en el Instituto de Estudios Económicos que preside Juan Iranzo.
 
Para la Fundación Madrina, el 1 por ciento del PIB gastado en políticas de apoyo a la natalidad y la conciliación "no es suficiente" en un país como España. "Urge una serie de cambios básicos, que fundamentalmente pasan por entender la natalidad como creación de riqueza. Es preciso que los políticos empiecen a pensar en el medio y largo plazo a la hora de trazar políticas de familia", comenta Fernando Giménez Agrela al adelantar a este diario un paquete de medidas que ya está en manos de los responsables de programas electorales de los dos partidos con posibilidades de formar gobierno tras las Elecciones del próximo 9 de marzo.
 
Una portavoz autorizada del PSOE ha confirmado a Libertad Digital que su organización conoce las medidas, les parecen "innovadoras" y piensan "incorporar muchas de ellas" a su programa.
 
En el PP, la consulta de este diario al Gabinete de Prensa no ha dado ningún fruto, por el momento.
 
Entre las medidas de apoyo a la maternidad que la Fundación Madrina propone a los dos grandes partidos, destaca la ampliación a dos años de la baja remunerada por maternidad.
 
"En países como Israel tienen claro que la natalidad es riqueza y lo protegen como un bien social muy preciado. Allí, las madres dejan el trabajo durante dos años para dedicarse al cuidado del bebé, y se les paga por ello", comenta Giménez Agrela.
 
¿Por qué sólo las madres, y no los padres?, se le pregunta desde LD.
 
"Fundamentalmente, por motivos médicos. Es un hecho aceptado por la doctrina médica que, durante los dos primeros años de desarrollo de los órganos vitales y de la capacidad afectiva del bebé, es más importante la dedicación de la madre que la del padre".
 
La Fundación colaboradora de la Comunidad de Madrid, Premio Nacional de Solidaridad 2003 de Telva-Recoletos y Premio Solidaridad Mahou 2005, propone que la baja por materniad de dos años sea co-financiada por el Estado y por las empresas.
 
Pero no todo son cargas para los empleadores y contribuyentes. La Fundación Madrina cree que "se ha demonizado injustamente a las empresas por su reticencia a la conciliación de la vida familiar y laboral".
 
El documento de medidas incluye "mayores deducciones fiscales y otros beneficios" para empresas que "faciliten y mantengan el empleo estable y conciliador de la mujer embarazada o de la madre con cargas familiares compartidas o no".
 
Los expertos de la Fundación que han elaborado este programa integral piensan que "la maternidad también es un trabajo" y recomiendan al próximo Gobierno que apruebe "el sueldo mínimo o ayuda parecida al REMI para la mujer sin empleo, al menos durante el periodo de maternidad y hasta que empiece a trabajar".
 
Otra medida sin duda controvertida es el establecimiento de "un impuesto de responsabilidad social" para las empresas farmacéuticas y de productos de maternidad (alimentos, leche maternizada, pañales, cochecitos,...).
 
Se trataría de un impuesto en especie, un 0,7 por ciento de la producción que se destinaría a bancos de alimentos y de productos de maternidad para las madres que los necesitan.
 
Conrado Giménez lo explica así:
 
"Muchas empresas, sobre todo alimenticias, reconocen que podrían bajar los precios de sus productos de maternidad, pero no lo hacen por temor a quedar fuera del mercado, ya que muchas madres eligen productos más caros pensando que son mejores para el cuidado de su bebé. Pues bien, nosotros proponemos que destinen un 0,7 por ciento de su producción en especie a los bancos de alimentos para atender a las madres que necesitan este tipo de ayuda para atender la alimentación y la salud de sus hijos".
 
La Fundación Madrina propone, también, una reforma de la Ley del Menor para facilitar las adopciones nacionales.
 
"España es el segundo país del mundo en número de adopciones internacionales. Hay unas 10.000 familias que adoptan niños que llegan, fundamentalmente de países de Europa del Este y de China. Esto nos convierte en un importador de maternidad, con el coste que eso conlleva. Al mismo tiempo, el número de abortos no deja de crecer en nuestro país. Nosotros estimamos que si fuera posible dar en adopción bebés no deseados sin necesidad de dar el nombre y los apellidos de la madre, esto reduciría en un 10 por ciento el número de abortos y dejaríamos de importar maternidad", comenta Giménez Agrela a este diario.

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