L D (Agencias) A partir de ahora, las tropas iraquíes serán responsables de controlar a los terroristas en la zona. Así, se espera que dentro de tres meses el número de efectivos británicos en el país resulte sustancialmente reducido a poco más de la mitad de los 4.500 soldados presentes ahora en Irak, de los que se espera queden 2.500 para primavera.
La ceremonia en la que las tropas británicas traspasan oficialmente el control de la provincia iraquí de Basora, sur de Irak, a las fuerzas de seguridad iraquíes ha comenzado hoy en la capital de esta provincia. En el acto participan el consejero de Seguridad Nacional iraquí, Muwafaq Rubei, y otros altos cargos del Ejército y la Policía iraquí, además de los mandos británicos.
En su intervención, Rubei, en representación del Ejecutivo que encabeza el primer ministro, Nuri al-Maliki, describió la transferencia de poderes como "un gran evento en el camino de la reconciliación nacional". "Tomemos este acontecimiento como un incentivo para conseguir la reconciliación nacional. El año que viene será testigo de un gran salto en la reconstrucción de esta provincia por sus hijos y sus gentes", agregó.
Mientras, Mohamed Al-Waeili, el gobernador de la provincia, dijo que hoy tiene lugar "el mayor hito en la historia moderna de la provincia" y advirtió de que las fuerzas iraquíes no tolerarán que nadie intente menoscabar la estabilidad y la seguridad en la región. Basora es la novena de las 18 provincias iraquíes que han quedado bajo el mando de las autoridades de Bagdad, y la cuarta en ser devuelta por los británicos tras Muthana, Hayaf y Dhi Qar.