LD (Europa Press) Estas manifestaciones han sido recogidas en una misiva, fechada en noviembre de 2007 y escrita íntegramente en vasco, en la que trasladan a los reclusos de la banda su desvinculación de la estructura y la disciplina del Colectivo de Presos de ETA. El pasado domingo se hacía público un comunicado de este colectivo en el que informaron de su decisión de "expulsar" a Txelis y Picabea por "sumarse a la estrategia emprendida por el Gobierno de España para dividir" al colectivo.
En la carta de ambos ex dirigentes de ETA, dada a conocer por Noticias de Guipúzcoa, informaron a los presos de que seguirán "su propio camino" después de una reflexión y tras llegar a la "firme" conclusión de que el terrorismo no sólo ha sido "inútil" en el camino de "liberar a Euskal Herria", sino que se ha convertido en un "obstáculo" para "lograr niveles más altos de autogobierno" y llevar adelante una política "eficaz" en favor de la autodeterminación del pueblo vasco, al impedir "la unidad entre los abertzales".
En este sentido, informaron que "no estamos, en absoluto, de acuerdo con la estrategia política armada que se ha impuesto de nuevo porque hace mucho que creemos que ninguna estrategia armada puede servir para ofrecer una salida sensata al conflicto político que vive Euskal Herria". De este modo, criticaron que ETA no tuviera en cuenta "la opinión de la mayoría de los presos" al tomar la decisión de romper la última tregua.
En la carta, escrita desde la prisión de Logroño, en la que ambos están encarcelados, aseguran que su oposición a "la estrategia política armada" es fruto de años de reflexión y añaden que "firmes criterios políticos, sociales y éticos" les llevaron hace "muchos años" a esa conclusión explicaron hace diez años en el documento "Abertzaleon estrategiaz".
A su juicio, en la última década se han producido "cambios" e, independientemente de "las responsabilidades y los errores" cometidos por "unos y otros" en los dos últimos procesos de paz fallidos, en referencia a Lizarra y Loyola, admiten que "lo que se está cuestionando desde hace mucho dentro de la política vasca abertzale es la idoneidad y la legitimidad de la lucha armada, teniendo en cuenta la voluntad de nuestro pueblo y viendo la muchas y terribles tragedias que ha acarreado la estrategia armada".
Por otra parte, advirtieron que para lograr cualquier objetivo soberanista es necesaria "la unidad entre abertzales" y, a su juicio, el terrorismo se ha convertido en un "obstáculo" para lograrla, así como para conseguir "niveles más altos de autogobierno y para llevar adelante una lucha política unida y realmente eficaz a favor de la autodeterminación".
Asimismo, confesaron que el "balance de los costes ético-humanos y político-sociales" es "demasiado grande y grave". Añadieron que "no se dan cuenta de que con esa actitud los propios objetivos se desfiguran y que, mirando al largo plazo, los pone en camino de decaer". Además, Txelis, expulsado de ETA en 1998, y Picabea consideraron que la utilización del terrorismo sólo ha beneficiado a "los enemigos de Euskal Herria", que "vienen sacando provecho del conflicto armado para rentabilizarlo política y socialmente, lo que perjudica nuestro presente y futuro".