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Piden hasta 11 años de trabajos forzados en Chad para los seis franceses del "Arca de Zoé"

La Procuraduría General de Chad solicitó este miércoles una condena de entre 7 y 11 años de trabajos forzados para los seis franceses pertenecientes a la organización del "Arca de Zoe" que están detenidos en este país acusado de rapto de menores, informaron fuentes judiciales. El Estado también está pidiendo una compensación total de 4.120 millones de francos cfa (unos 9 millones de dólares, 6,3 millones de euros) que, de ser abonados, serían repartidos entre los 103 niños que intentaban ser sacados del Chad para ser adoptados.

L D (EFE) Los franceses pertenecen a la organización "El Arca de Zoé" y fueron arrestados el 25 de octubre pasado cuando, acompañados por tres periodistas, también franceses, intentaron sacar a 103 niños desde Abeché, en el este del Chad.
 
Los tres periodistas franceses y los siete tripulantes del avión de la compañía española que se utilizó fueron puestos en libertad en noviembre pasado, por lo que quedan procesados sólo los seis integrantes de la ONG.
 
Según la petición presentada por el procurador general, Beassoum Ben Gasso, el jefe de la organización, Eric le Breteau, y los otros miembros de la ONG "son culpables del crimen de rapto de menores y deben ser condenados a entre 7 y 11 años de trabajos forzados".
 
El Estado también está pidiendo una compensación total de 4.120 millones de francos cfa (unos 9 millones de dólares, 6,3 millones de euros) que, de ser abonados, serían repartidos entre los 103 niños que intentaban ser sacados del Chad para ser adoptados en Francia.
 
La Procuraduría General también pidió que el avión del vuelo chárter que fue utilizado, y que aún sigue en el Chad, sea confiscado.
 
La defensa de los acusados sostiene que la fiscalía no ha presentado pruebas que justifiquen los cargos levantados contra los acusados, y el abogado Jean Bernard Padaré ha pedido su puesta en libertad.
 
El pasado 21 de diciembre, Breteau, ante el tribunal de Yamena que lo juzga, calificó su acción como una "legítima misión humanitaria para salvar a huérfanos de guerra".
 
"Nuestra asociación actuó por motivos puramente humanitarios y en conformidad con la declaración universal de los derechos del hombre y la Convención de Ginebra de 1959", dijo Breteau.
 
La vista judicial quedó suspendida tras conocerse la petición de condena que ha hecho la Procuraduría General.
 
Tras el arresto de Breteau y sus compañeros, funcionarios chadianos y de la ONU informaron de que la mayoría de los 103 niños no eran huérfanos ya que tenían, al menos, a uno de los padres vivos y que no eran originarios de Darfur, sino de la región chadiana cercana a la frontera con Sudán.

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