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La madre de un guardia civil asesinado se abalanza sobre "El Solitario" en pleno juicio

La madre de Juan Antonio Palmero, uno de los guardias civiles presuntamente asesinados por Jaime Giménez Arbe, "El Solitario", se abalanzó sobre éste, tras declarar en el juicio oral. María Benítez le recriminó el crimen mientras el segundo respondía "no tengo nada que ver con la muerte de su hijo". Asimismo, la novia del joven llamó "asesino" a Giménez Arbe.
L D (Europa Press) María Benítez, madre del agente de la Guardia Civil Juan Antonio Palmero, asesinado el 9 de junio de 2004 en Castejón, se enfrentó el jueves, en el juicio oral, a Jaime Giménez Arbe, "El Solitario", acusado del asesinato de su hijo. Al terminar su declaración, la madre se abalanzó sobre "El Solitario" para recriminarle el crimen, mientras exclamaba "dejadme que me desahogue, dejadme que lo vea". El procesado tuvo que ser protegido por agentes de la Policía Foral.
 
Después, la mujer, que había declarado muy emocionada, sentada en una silla, con gafas de sol, tuvo que abandonar la sala también acompañada por la Policía Foral, tras lanzar constantes recriminaciones a "El Solitario". Éste respondió a la madre: "No tengo nada que ver con la muerte de su hijo, señora", a lo que la mujer le replicó "mentiroso". María Benítez se había preguntado durante su declaración ante el tribunal si el asesino de su hijo le dio la "oportunidad de decir una última palabra".
 
También se dirigió directamente a "El Solitario" Caños Santos, quien era la novia de Juan Antonio Palmero el 9 de junio de 2004, para gritarle "asesino" cuando ya había terminado su declaración y abandonaba la sala. La joven explicó que la pareja tenía planes de boda y ya había comprado un piso en Estepona (Málaga). "Tras su muerte tuve una depresión durante dos años, ahora estoy trabajando, pero mi vida ha cambiado por completo, yo era una persona muy risueña y ahora apenas se me ve la sonrisa. Para mí era mi marido", dijo.
 
En la sala
 
En la sesión del jueves comparecieron los padres de los dos agentes y la novia de Juan Antonio Palmero. La madre de este último agente fue quien ofreció el testimonio más emocionado, sentada en una silla, con gafas de sol y visiblemente emocionada.
 
También prestó testimonio la novia de Juan Antonio Palmero, Caños Santos, quien explicó que la pareja tenía planes de boda y ya había comprado un piso en Estepona (Málaga). "Tras su muerte tuve una depresión durante dos años, ahora estoy trabajando, pero mi vida ha cambiado por completo, yo era una persona muy risueña y ahora apenas se me ve la sonrisa. Para mí era mi marido", dijo.
 
Respecto al segundo guardia civil asesinado, José Antonio Vidal, su padre, Marciano Vidal, recordó que el agente fallecido "quería dedicarse por completo a la Guardia Civil y estaba estudiando todo el día". Su madre, Virginia Fernández, explicó que mantenía "muy buena relación" con su hijo. "Éramos muy amigos, nos llamábamos siempre, tenía mucha ilusión en la Guardia Civil", señaló.

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