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Zapatero esconde su negociación con ETA y presume de éxitos económicos en el balance del año 2007

Tras el último Consejo de Ministros de 2006 Zapatero se mostró así de optimista: "Les expreso una convicción, dentro de un año estaremos mejor que hoy". Se refería al terrorismo y a la negociación con ETA. Un año más tarde, los cinco asesinatos de la banda –los dos primeros llegaron horas después del triunfal anuncio– y la insistencia de los periodistas han obligado a Zapatero a reconocer el fracaso. El presidente no quiso hablar este viernes de terrorismo porque prefiere que sea asunto de debate electoral. Así que, ha optado por presumir de economía, infraestructuras y paz social. El CIS y el AVE le han asomado a la realidad. El PP le ha refrescado la memoria.

El AVE como caso de éxito
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Tras el último Consejo de Ministros de 2006 Zapatero se mostró así de optimista: "Les expreso una convicción, dentro de un año estaremos mejor que hoy". Se refería al terrorismo y a la negociación con ETA. Un año más tarde, los cinco asesinatos de la banda –los dos primeros llegaron horas después del triunfal anuncio– y la insistencia de los periodistas han obligado a Zapatero a reconocer el fracaso. El presidente no quiso hablar este viernes de terrorismo porque prefiere que sea asunto de debate electoral. Así que, ha optado por presumir de economía, infraestructuras y paz social. El CIS y el AVE le han asomado a la realidad. El PP le ha refrescado la memoria.
 
L D (Agencias) Ha sido en el turno de preguntas de los periodistas, cuando se ha visto obligado a comentar el fracaso de su apuesta por la negociación, para reiterar las dos consignas ya conocidas: que el PP no le ha apoyado como él apoyó a Aznar, y que "no hay ninguna expectativa de diálogo con ETA", si bien ha subrayado que "no es razonable hacer hipótesis de futuro".
 
El presidente José Luis Rodríguez Zapatero ha excluido su política de negociación con ETA del balance de su mandato realizado en una larga sesión ante la Prensa tras la última reunión del año del Consejo de Ministros.
 
Zapatero se ha visto obligado a comentar el fracaso de su diálogo con la banda terrorista, por las preguntas de los periodistas, ya que su discurso de balance ha reincidido en el triunfalismo y la autocomplacencia que ya exhibió en el debate parlamentario sobre el estado de la Nación celebrado los pasados 3 y 4 de julio.
 
Como en aquella ocasión, Zapatero ha vuelto a someter a la Prensa a una lluvia de datos macroeconómicos, más propia de la exposición de un secretario de Estado que de un presidente del Gobierno.
 
En el turno de preguntas, Zapatero ha expresado que, tras el fracaso del diálogo con ETA que ha estado intentando –según las evidencias suministradas por la banda terrorista a su diario oficioso– incluso después del asesinato de los dos obreros ecuatorianos en el atentado contra la Terminal de Barajas, el 30 de diciembre de 2006, se propone ahora llevar a cabo una política que reduzca al máximo la capacidad operativa de ETA y "abra el camino para el fin del terror y del horror", y ha dicho que "no hay expectativa" de diálogo con la banda, si bien, al mismo tiempo, y preguntado explícitamente sobre la eventualidad de una nueva tregua, ha dicho: "No parece que sea razonable hacer hipótesis de futuro".

"Tengo toda la determinación, toda la firmeza y toda la seguridad para llevar adelante" esta política, ha comentado.

Según ha explicado, en esta legislatura ha trabajado todos los días, como primer deber democrático, para acabar o reducir al máximo la violencia terrorista y ha afirmado que en esta tarea "lo único" que no estaba en su pensamiento, ni está ni estará nunca es "cualquier cálculo personal o político".

"Cada uno tiene su forma de ser y sus convicciones aun siendo consciente de que representaban riesgos", ha dicho Zapatero, quien ha reconocido como un error el haber dicho hace un año en víspera del atentado de Barajas sobre cómo evolucionaría el proceso de diálogo con ETA que "dentro de un año estaremos mejor que hoy".

Según Zapatero, el primer deber de un presidente del Gobierno es "intentar salvar vidas, eliminar la violencia, el terror y el asesinato, el chantaje, las bombas, de la vida colectiva", y los ciudadanos tienen que hacer la valoración de cómo el Gobierno ha intentado acabar con la violencia o reducirla y "cómo han estado otros en su comportamiento".

El presidente, en el turno de preguntas, se ha remitido al debate electoral para hacer balance de la legislatura en materia antiterrorista y ha explicado que no había incorporado este asunto a su exposición en coherencia con su actitud de dejar fuera de la contienda política la lucha contra el terrorismo.

"Un gobierno desea tener el apoyo de todos los partidos en la lucha antiterrorista", ha explicado Zapatero, quien ha recordado que él lo dio cuando estuvo en la oposición "sin pedir nada a cambio", apoyo que ha deseado para todo presidente del Gobierno porque "es bueno para la lucha antiterrorista y es bueno para el país".

Que la actitud de unidad y consenso en esta materia sea efectiva -ha insistido- depende mucho de la tarea y la actitud de la oposición".
 
Una legislatura de éxitos, un país estable y feliz
 
El presidente del Gobierno aseguró que durante esta legislatura se ha registrado un crecimiento económico intenso, se ha creado empleo como en ninguna otra, se ha vivido el período más fértil de paz social y se han subido las pensiones mínimas hasta un 30 por ciento.

Así lo aseguró Zapatero en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, en la que compareció para hacer balance de la legislatura que finaliza.

Según el presidente del Gobierno, en estos cuatro años la economía ha crecido una media del 3,7 por ciento, algo que no ha logrado ningún país desarrollado y las cuentas públicas han registrado superávit todos los ejercicios frente al déficit del 0,35 por ciento del PIB con el que cerró 2003.

Destacó otros datos macroeconómicos como que la inversión en bienes de equipo, "que anticipa la fuerza de la economía", crece al 11,2 por ciento, frente al 4,3 por ciento de 2004; las exportaciones al 8 por ciento, tres puntos por encima; la tasa de empleo se sitúa en el 66 por ciento de la población activa -el 60 por ciento en la anterior legislatura- y los ocupados alcanzan los 20,5 millones.

Además, la productividad, añadió, crece al 0,8 por ciento -cinco décimas más que hace cuatro años- y los salarios reales al 1,4 por ciento, en comparación con la perdida de poder adquisitivo de cuatro décimas de 2004.

Reseñó las inversiones "sobresalientes" acometidas en infraestructuras y en educación y que han hecho que España esté "más fortalecida" y los españoles disfruten de un mayor nivel de bienestar.

Al mismo tiempo, el crecimiento ha sido "progresivo" y se ha ido evolucionando hacia un modelo más productivo, debido a la globalización.

Esto ha hecho que la economía sea más potente y que los españoles hayan aumentado sus rentas, lo que se ha traducido en que España ha "adelantado" a Italia en esta materia por primera vez.

En su repaso de la legislatura, afirmó que estos son los cuatro años en los que más españoles han accedido a un empleo y en los que más ciudadanos han salido del paro.

Destacó la creación de tres millones nuevos de empleos, la tasa de temporalidad se ha reducido en dos puntos, hasta el 31,9 por ciento, y la de paro se ha situado en el 8 por ciento, la "más baja de la democracia".

Se ha conseguido, explicó, porque se ha dado el período más fértil de paz social, que como logros ha tenido la firma de veinte acuerdos con los sindicatos y los empresarios (reforma de la Seguridad Social, estatuto del autónomo, ley de dependencia o de igualdad, entre otros).

De todos éstos, destacó la reforma laboral, que, dijo, desde su entrada en vigor (el 1 de julio de 2006) ha hecho que se firmen 910.000 empleos indefinidos nuevos y que los temporales se hayan reducido en 152.000.

"Todo el empleo asalariado que se crea es fijo", aseveró el presidente del Gobierno.

En cuanto a la política social, indicó que el eje central ha sido la atención a los colectivos más desfavorecidos: los perceptores de pensiones mínimas (a los que se les ha subido su prestación un 30 por ciento) y de las rentas más bajas (el salario mínimo se ha revalorizado en la legislatura un 30 por ciento).

Al respecto, puso como ejemplo el que en 2004 -cuando el PSOE llegó al Gobierno- el salario mínimo interprofesional estaba en 2004 en 460 euros al mes (frente a los 600 euros de 2008) y que la pensión mínima de jubilación con cónyuge a cargo estaba en 485 (pasa a 659) y las viudas mayores de 65 años en 412 (frente a las 529 aprobadas por el Gobierno).

Estos incrementos de las rentas más bajas han servido para recuperar la pérdida de poder adquisitivo, en opinión de Zapatero.

Todo esto sin reducir el Fondo de Reserva de la Seguridad Social, la conocida como hucha de las pensiones, que ha pasado de los 19.000 millones de 2004 a 52.000 millones el próximo año.

En su balance, Zapatero también se refirió a las 167 leyes aprobadas durante la actual legislatura e hizo especial hincapié en aquellas orientadas a incrementar la productividad y la competitividad e la economía española.

Entre ellas citó la del desarrollo sostenible del medio rural, la reforma fiscal de rebaja de impuestos en IRPF y en el impuesto de sucesiones, la de medidas de impulso a la productividad, la de prevención del fraude fiscal o la ley para la mejora del crecimiento y del empleo.

También han sido aprobadas la ley del suelo, la de defensa de la competencia, las de regulación de los sectores de hidrocarburos y eléctrico, la de contratos del sector público, los estatutos del trabajador autónomo y del empleado público y la de la administración electrónica.
 

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