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El primer ministro pakistaní renueva la alianza con EEUU contra el terrorismo

El presidente de EEUU, George W. Bush, y el nuevo primer ministro paquistaní, Yusef Reza Gilani, acordaron hoy mantener la alianza de sus países contra los extremistas islámicos. Según informó la Casa Blanca, los dos mandatarios mantuvieron una conversación telefónica horas después de que Gilani tomara posesión del cargo.

El presidente de EEUU, George W. Bush, y el nuevo primer ministro paquistaní, Yusef Reza Gilani, acordaron hoy mantener la alianza de sus países contra los extremistas islámicos. Según informó la Casa Blanca, los dos mandatarios mantuvieron una conversación telefónica horas después de que Gilani tomara posesión del cargo.
LD (Agencias) La portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino, informó de que Bush y Gilani "se mostraron de acuerdo en que nos conviene a todos seguir la lucha contra los extremistas, así que tenemos confianza en que seguiremos teniendo una buena relación con los paquistaníes en este sentido".
 
De hecho, el subsecretario de Estado, John Negroponte, y el secretario de Estado adjunto para Asia, Richard Boucher, se encuentran en Pakistán para establecer contactos con las nuevas autoridades del país y determinar su posición en la lucha contra el terrorismo.
 
El nuevo Gobierno de coalición pakistaní se ha mostrado muy crítico con la política ambigua llevada a cabo por el presidente Pervez Musharraf por considerar que a la postre favorecía el resurgir de los islamistas radicales. Hay quienes consideran que la convivencia con los extremistas es la fuente de todos los males; otros el uso de la fuerza es lo que les hace enrocarse en su causa.
 
Entre los dirigentes con los que se reunieron hoy Negroponte y Boucher destacan el ex primer ministro Nawaz Sharif, el propio Musharraf y el viudo y líder del partido político de Bhutto, Asif Ali Zardari.
 
Washington ha sido un firme aliado del presidente de la República de Pakistán, al que ha descrito como un pilar de la lucha contra el terrorismo, pero desde la victoria del partido de Bhutto en los comicios del pasado febrero se ha distanciado gradualmente del general.
 
No han sido pocos los que en Estados Unidos han criticado la política antiterrorista del presidente Musharraf, su mano dura contra la clase judicial que le era contraria, y menos firmeza con las infiltraciones de radicales en instituciones clave como la militar o el servicio de inteligencia.

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