L D (Agencias) El presidente ruso, Vladímir Putin, afirmó que en su reunión no ha habido "avances drásticos" en áreas de desacuerdo, como el escudo antimisiles que EEUU planea instalar en Europa del Este, pero el diálogo ha sido "positivo". Putin y su colega estadounidense, George W. Bush, firmaron en su reunión en Sochi un "marco estratégico" que sienta las bases de la relación entre ambos países para el futuro en áreas como la no proliferación de armas de destrucción masiva o la economía.
Si bien , el presidente ruso expresó un "cauto optimismo" ante la posibilidad de alcanzar un acuerdo sobre el escudo antimisiles que Estados Unidos pretende instalar en el centro de Europa, y al que Moscú percibe como una amenaza para la estabilidad en la zona a pesar de las repetidas llamadas a la tranquilidad formuladas desde Washington.
En la declaración conjunta formulada por Putin y por el presidente estadounidense, George W. Bush, tras su encuentro en Sochi (suroeste de Rusia), ambos líderes acordaron "intensificar" el diálogo en torno a la instalación del escudo, al tiempo que presentaron un "marco de trabajo sin soluciones concretas" por el que EEUU se ha comprometido a presentar "nuevas propuestas que podrían aliviar las preocupaciones del Gobierno ruso".
En este sentido, George Bush ha ofrecido a Vladimir Putin la posibilidad de crear un sistema de misiles defensivo en el que participen a partes iguales Estados Unidos, la Unión Europea y Rusia.
"Mantengo un cauto optimismo sobre el acuerdo, (pero) el diablo, como siempre, está en los pequeños detalles", explicó Putin a los medios, El presidente ruso elogió además "los desarrollos positivos" establecidos durante el encuentro, en el que las preocupaciones de Rusia "han sido finalmente escuchadas por la parte estadounidense" pero puntualizó que, desde un punto de vista estratégico, "no se ha dado cambio alguno" en la "postura principal de Rusia hacia los planes estadounidenses".
Putin y Bush comparecieron ante los medios tras sostener una entrevista en la que participó también el nuevo presidente electo de Rusia, Dimitri Medvedev. Para Putin, este ha sido uno de sus últimos encuentros con jefes de Estados de otros países antes de que expire su segundo mandato en la presidencia de Rusia y de que su sucesor asuma el cargo el próximo día 7.
Bush, "brillante bailarín"
En un tono menos protocolario, Putin se refirió a su homólogo estadounidense como "un gran bailarín", a lo que Bush respondió con una sonrisa y un "vamos a dejarlo ahí".
Fue durante la cena celebrada ayer, en la que los líderes vieron animada su conversación por un espectáculo de coros cosacos, bailes regionales y la danza del conjunto coreográfico "Beriozka". En un momento dado los dos presidentes "se unieron a los bailarines en el escenario", en una versión "rusa del baile africano".