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(Libertad Digital)  Al maquillaje de la cifra real de irregulares por parte del Ejecutivo, se suma ahora un reciente estudio de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA) que pone el dedo en la llaga en materia de inmigración. La llegada de extranjeros favorece, en términos generales, el crecimiento económico del país. Sin embargo, su impacto ha sido “neutro” sobre el aumento de la renta per cápita, al tiempo que “ha afectado negativamente a la productividad”, en contra de lo que defiende el Gobierno.
 
El estudio Inmigración y Crecimiento Regional en España, elaborado por FEDEA, pone de manifiesto que la entrada masiva de inmigrantes (a un ritmo de 600.000 anuales desde el año 2000) ha permitido situar la tasa de crecimiento poblacional de España en su nivel más alto de la historia. En la actualidad, la inmigración representa el 10,5 por ciento de la población total del país (unos 4,7 millones), frente al 2,2 por ciento registrado en 2000.
 
Ello ha afectado “de forma positiva a la tasa de empleo, puesto que los extranjeros presentan tasas de empleo superiores a la población nativa (68 por ciento frente a 65,5 por ciento), según el informe. De hecho, el 47 por ciento de todos los empleos creados en España desde 2000 a 2006 han sido ocupados por inmigrantes.
 
Además, “más del 38 por ciento del crecimiento medio del PIB anual”, registrado durante dicho periodo, se puede también “asignar a la inmigración”. Sin embargo, la llegada de extranjeros no ha favorecido al aumento de la renta per cápita del país, y aún menos al crecimiento de la productividad, según los autores del estudio. De este modo, el informe desbarata, en cierta medida, los argumentos esgrimidos por el Gobierno en cuanto a los efectos positivos de la inmigración en el ámbito de la economía nacional.
 
Distribución desigual de extranjeros
 
Así, en términos cuantitativos, para el conjunto de España, la inmigración ha tenido un impacto neutro sobre la renta per cápita”, al contribuir en apenas un 0,05 puntos en promedio anual durante el periodo 2000-2006 en este ámbito. Al mismo tiempo, la llegada de extranjeros “ha afectado negativamente a la productividad”. Y es que, según dicho informe, “donde más ha crecido el empleo (es decir, donde más inmigrantes han entrado) es donde menos crece la productividad”.
 
Si bien la explicación a este fenómeno “está fuera de los objetivos” de dicho estudio, los expertos apuntan a dos posibles causas: “Por un lado, puede estar ocurriendo que donde van los inmigrantes, como consiguen bajar el coste salarial, la economía se vuelve más intensiva en el factor trabajo y, por lo tanto, cae la productividad; o por otro lado, también es posible que en las regiones donde se han hecho cambios tecnológicos que incrementan la productividad no exista demanda de empleo para los inmigrantes que potencialmente desean entrar en España, pues, carecen del capital humano adecuado”.
 
Por otra parte, el informe señala que “el fenómeno de la inmigración no ha sido uniforme en todo el territorio nacional”. El 55% de todos los inmigrantes que
entraron en España en el periodo 2000-2006 residen en tres CCAA: Madrid (19,45 por ciento), Cataluña (22,46 por ciento) y Valencia (14,4 por ciento).
 
Los extranjeros han ocupado el 50 por ciento de los empleos creados
 
Así, esta desigual distribución ha generado regiones con un alto porcentaje de inmigrantes en su población, como Baleares (16,7 por ciento), Madrid (13,3 por ciento), Comunidad Valenciana (13,9 por ciento), Murcia (13,8 por ciento), Cataluña (12,81 por ciento); y otras donde apenas hay inmigrantes: Galicia (2,67 por ciento), Extremadura (2,53 por ciento), Cantabria (2,81 por ciento), País Vasco (4 por ciento), o Asturias (4,2 por ciento).
 
Al mismo tiempo, el estudio de FEDEA destaca que, “a pesar de que el 47,6 por ciento de los empleos creados en España, desde 2000 a 2006, han sido ocupados por inmigrantes”, por sectores, la inmigración  ha ocupado el 60,6 por ciento de la construcción (medio millón de puestos de trabajo), así como el 35,5 por ciento del sector servicios (1,1 millones).

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