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El PSOE radicaliza su discurso hablando del aborto, eutanasia y divorcio exprés

El fin de semana de precampaña del PSOE ha estado centrado en las críticas a la Iglesia y los habituales ataques al PP. El discurso de Zapatero, repleto de menciones a los populares, ha sido revelador: desde sus "convicciones laicas" ha hablado de temas como el divorcio exprés, el aborto y la eutanasia en alusión a otro de los temas de los que intenta sacar más rédito el PSOE: el caso Severo Ochoa. Monseñor Cañizares ya ha advertido que no les callarán.

El fin de semana de precampaña del PSOE ha estado centrado en las críticas a la Iglesia y los habituales ataques al PP. El discurso de Zapatero, repleto de menciones a los populares, ha sido revelador: desde sus "convicciones laicas" ha hablado de temas como el divorcio exprés, el aborto y la eutanasia en alusión a otro de los temas de los que intenta sacar más rédito el PSOE: el caso Severo Ochoa. Monseñor Cañizares ya ha advertido que no les callarán.
(Libertad Digital) En un mitin desde Granada, José Luis Rodríguez Zapatero ha hecho un discurso centrado en el ataque al PP, las alusiones a la Iglesia y en el que ha puesto más énfasis en los temas que evidencian más sus diferencias con la Conferencia Episcopal, tales como el aborto, el caso Severo Ochoa, el matrimonio homosexual o el divorcio.
 
La campaña del PSOE sigue centrada en la Iglesia y en los ataques al PP, como ha demostrado el discurso del presidente del Gobierno. Zapatero no ha dudado en calificar a los populares de "radicales" y "extremistas" y ha aludido al Severo Ochoa, los matrimonios homosexuales y el aborto para denunciar su supuesto "giro a la derecha". También se ha permitido bromear con los obispos: "Pueden votar lo que sea, tampoco hace falta ser adivino".
 
Al PP lo ha acusado de ir "cada día más a la derecha" y de mantener "posiciones radicales" que quieren "retrotraernos  a tiempos de silencio, de oscurantismo, de dominación". Antes, había hecho un comentario sobre la Iglesia española,entre las risas de los asistentes: "Los obispos pueden votar lo que sea, tampoco hay que ser adivino".
 
Tal y como hizo este sábado, el presidente ha aludido al doctor Montes y al caso Severo Ochoa. Ha hablado de "auténtica cacería" contra los médicos, que, según ha dicho, querían "que se pudiera llegar hasta el último minuto de la vida con dignidad y sin dolor". "Me preocupa que se haga mediante denuncias anónimas" y "ver el apoyo de sectores de medios cercanos al PP", que, en su opinión, "durante meses han estado haciendo una auténtica representación indigna de lo que pasaba en ese hospital".
 
Según ha dicho, las acusaciones producidas en este tiempo "sirven para imponer una moral, una visión extremista y minoritaria". "Las normas de comportamiento son las normas que acordamos los ciudadanos y no las que intente imponer una minoría radical que no lo va a conseguir", ha indicado en alusión tanto al PP como a la Iglesia.
 
Tras aludir a la "muerte digna" y el caso Severo Ochoa, le ha tocado el turno al aborto. La "campaña" contra el aborto, según la ha calificado, pretende, en su opinión, "que se derogue la ley", no que se cumpla. "Me rebelo contra los que quieren imponer su moral" sin reparar en los daños que puedan causar, ha proclamado el presidente, antes de añadir que también se "rebela" contra "los sectores" que quieren imponer "un tiempo de silencio y arbitrariedad".
 
Zapatero no ha olvidado las mención a la investigación con células madre y el divorcio en su discurso. Según el presidente, la derecha quiere "obstaculizar" los avances. Sobre el 9-M, ha advertido que "está en juego una manera de entender la vida, la convivencia y el respeto a los derechos individuales". "El tiempo del oscurantismo ya pasó en nuestro país", ha dicho Zapatero, que no ha dejado de citar en el mitin el "giro a la derecha" en el que, según él, está envuelto el PP.

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