LD (Europa Press) Alfonso Alonso habla abiertamente de voces críticas en el Partido Popular. A los dirigentes descontentos les pide "un voto de confianza", al tiempo que aseguraba que el nuevo equipo se va a "dejar la piel a trabajar". En este sentido, defiende las "renovaciones" realizadas por el líder del PP y el hecho de que se ponga al frente del grupo a "gente más joven" como una "apuesta" de futuro.
En cualquier caso, espera que cuando pasen unas semanas "ya todo el mundo haya encontrado su lugar y su sitio" y puedan trabajar como lo han hecho "siempre", es decir, como un "partido unido, cohesionado y que hace solamente un discurso".
Rehúsa hablar de la posible candidatura de Esperanza Aguirre
Sobre la posibilidad de que pueda haber una candidatura alternativa de Esperanza Aguirre en el próximo congreso del partido, Alonso señaló que él es un "diputado por Alava", que milita en política porque quería ganar la libertad para luchar contra ETA y por una idea de proyecto compartido de España. Por lo tanto, acude a Madrid a aportar estas cosas y "para sumar". "No voy allí a meterme en ningún rifi-rafe, ni pelea entre unos y otros que alguien quiera montar, yo no voy a participar en esas cosas porque no es mi vocación política", apostilló.
Para Alonso, es bueno que haya debate, pero quiso dejar claro que el PP es un partido en el que hay "mucha sensatez" y aunque, al ser un partido "muy grande", pueda haber "matices", el PP siempre se ha caracterizado "por saber estar unido y cohesionarse".
Liderazgo "evidente" de Mariano Rajoy
En cuanto a Mariano Rajoy, Alonso ve "evidente que hay un liderazgo claro en el PP, que en líneas generales no está discutido por la mayoría del partido, sino que la gente tiene confianza en Mariano Rajoy". "Tenemos un gran líder que puede ser un magnífico presidente de Gobierno", recalcó. Por ello, cree que el Congreso servirá para "formalizar" el debate y la "reflexión" y que el partido "salga fortalecido".
"Vamos a recoger algunos frutos que son muy preocupantes para la sociedad y van a generar gran incertidumbre", afirmó en referencia a la pasada legislatura, a la par que apuntó que algunas de las consecuencias de las políticas de Zapatero ya están apareciendo. Entre ellas, citó el problema del agua en Cataluña, del que dijo que no es más que "la consecuencia de haberse cargado el Plan Hidrológico Nacional", la situación económica, la política antiterrorista, la política territorial o la gestión de los nacionalismos que hay en España.
Considera que algunos de estos "frutos" son muy difíciles de gestionar y no cree que Zapatero pueda "enderezar el rumbo y las crisis que él mismo ha sembrado" durante sus cuatro primeros años de gobierno. Cree que es posible que el presidente quiera aparecer como el "bombero-pirómano" que después de provocar las "crisis y conflictos" se presente ante los ciudadanos como el hombre que las quiera resolver.
Pide modular el discurso del PP en el País Vasco
Alonso, que pidió aparcar el debate del Plan Ibarrtexe por ser "estéril", también ha dicho que su partido debe captar votos en el País Vasco modulando el mensaje, haciéndolo más amable, apelando a la convivencia y hablando de los problemas reales que tienen los ciudadanos. Tienen que "apretar" y hacer un "esfuerzo añadido" para "actualizar el mensaje e ir en consonancia con la sociedad".
En este punto, recordó que el PP en Álava era la sexta fuerza política a principios de los años 90 y a finales de esa década, señaló, "ganamos las elecciones y gobernamos en la provincia". Esto ocurrió, según explica, porque los populares crecieron con "mucha gente" que se sumó al proyecto del PP y que antes era voto nacionalista.
Por ello, admite, en estas elecciones los populares no han sido capaces de captar "ninguno de esos votos" de la gente que ya está "superando la obsesión identitaria" y que "no quieren ningún proyecto de ruptura". Alfonso Alonso cree que el PP vasco tiene que ser capaz de llegar a estas personas, y hacerles entender que tienen un "hueco" en el proyecto que defienden.