LD (Agencias) Elizardo Sánchez, líder de la Comisión Cubana de Derechos Humanos (CCDHRN), denunció que un día después de que la dictadura cubana acusara a su grupo de organizar "provocaciones y acciones ilegales" contra la estabilidad del régimen, la Policía cubana lanzó una ola de detenciones, arrestos domiciliarios e intimidaciones contra disidentes.
Sánchez mencionó que tras varias horas, la mayoría de los veintitrés disidentes cubanos detenidos fueron puestos en libertad. Sin embargo, Martha Beatriz Roque y Vladimiro Roca, líderes opositores, afirmaron tener conocimiento de que al menos ocho de sus compañeros permanecen encarcelados e incomunicados. Entre ellos se encuentran Francisco Chaviano, René Montes de Oca, Leonardo Bruzón, Julio César López y Emilio Leyva.
Intimidaciones y bloqueos
En una entrevista concedida a
Cubaencuentro.com, Beatriz Roque señaló que "
esto ya lo esperábamos. Tenemos ocho confirmados pero hay unos cuarenta en distinta situación, entre detenidos, devueltos a sus casas desde La Habana a sus provincias o que no sabemos dónde están". Sánchez mencionó que "los que fueron llevados a sus provincias fueron llevados bajo arresto" y dijo que en varios casos
se mantienen bloqueos en domicilios y otros actos de intimidación.
Los tres disidentes coincidieron en afirmar que la ola de represión buscaba impedir una reunión organizada por la opositora "Agenda para la Transición", a realizarse en el barrio habanero de Miramar. Uno de los coordinadores de esa organización, Jorge Luis García Pérez (Antúnez), habría sido recluido en una prisión durante varias horas y devuelto a su casa en la provincia de Villa Clara. También fueron objetivo los disidentes que pretendían asistir a la sede de la Sección de Intereses de EEUU en La Habana (SINA), para celebrar el 4 de julio, día de la independencia estadounidense.
Apoyo a disidentes
El Ministerio de Relaciones Exteriores, que responsabilizó a Washington de las "consecuencias que puedan derivarse" de su "respuesta", denunció el miércoles en un comunicado de prensa la existencia de "una escalada de las acciones provocadoras organizadas y financiadas por la Sección de Intereses de EEUU en La Habana" (SINA) en las últimas semanas.
Por su parte, la SINA respondió con una declaración del Departamento de Estado en la que afirma que "el Gobierno de Cuba es una dictadura que oprime a su gente y el pueblo cubano no necesita de influencia de afuera para buscar alivio de esta opresión". El documento agrega que "deseamos una transición democrática y pacífica en Cuba, apoyamos a la gente del pueblo cubano y su deseo de determinar su propio futuro".
La nueva ola represiva tiene lugar menos de un mes después de que la Unión Europea levantara, a instancias de España, las sanciones diplomáticas impuestas en 2003 tras la "Primavera Negra" y congeladas desde 2005. A pesar de las iniciales reticencias de la República Checa, Suecia y Alemania, en una cena "Los Veintisiete" acordaron abrir un "diálogo incondicional" con el régimen de los hermanos Castro.
