LD (Pedro de Tena) La cosa, más que otros mimbres, tiene gracia, pero no olvidemos que en La Junta ha puesto en marcha otros programas industriales (PIA) desarrollados en los períodos 1994-1997, 1998-2001 y 2003-2006. En 2006, aprobó la formulación de otro PADI, éste 2007-2013, al parecer diferente al aprobado ayer.
Lo que no sabe nadie es si cuando se habla de los 4.254 millones de euros, los euros son los mismos del PADI de 2006 o son diferentes.
Y respecto a la convergencia, la gracia es todavía mayor. Ya el presidente Chaves en un discurso de 2006 anunciaba la convergencia europea de Andalucía, de toda Andalucía, sector industrial incluido, claro, para el 2013. Ahora, añade un año para lograr únicamente la convergencia con la industria española.
Sin embargo en la localidad sevillana de Dos Hermanas a principios de 2007, Manuel Chaves hablaba de un plazo de 15-20 años para dar el gran salto adelante andaluz: ""No lo dudéis, en los próximos 15 ó 20 años también vamos a dar el salto que necesitamos", dijo. Y lo corroboró en Jerez, por las mismas fechas: "Ahora toca dar un pasó más. También histórico, el de lograr la convergencia con las regiones más ricas de Europa. Ese es el objetivo y el compromiso. Fecha final de esta obra: Dentro de 15 o 20 años,cuado caduque el Estatuto de 2007". Pues, al menos en Industria, la cosa parece acelerarse en proporción directa al tiempo restante para la celebración de las elecciones.
Pero hay un problema. El Consejo Económico y Social de Jaén, que controla el propio Partido Socialista, decía lo que sigue: "El CES considera que, si bien se ha producido una convergencia de la economía jiennense con la andaluza y española de 21 puntos y 14 puntos, respectivamente, en 43 años, de seguir con el mismo ritmo de acercamiento se necesitarían 10 años para alcanzar la media de renta de Andalucía y 105 años para alcanzar la convergencia con España. En consecuencia, el CES considera que la convergencia de la provincia sigue un ritmo muy lento, que sería necesario acelerar a través de distintas medidas desde el sector público y privado."
Tras 25 años de gobiernos socialistas, Andalucía es la comunidad con un menor índice de convergencia con la UE en 2006, según Funcas. Seis provincias andaluzas se hallan entre las diez provincias con mayor tasa de paro en 2006. Andalucía sigue estando entre las tres comunidades --junto a Murcia y Extremadura-- más retrasadas en PIB por habitante, con unos niveles de desarrollo en torno al 80 por ciento del desarrollo medio español, según el 'Balance económico regional (autonomías y provincias) años 2000 a 2006', elaborado por la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), donde se apunta que Andalucía es la comunidad que presenta un menor índice de convergencia con la UE, del 74,08 por ciento en 2006, a pesar del incremento del 4,47 por ciento registrado desde el año 2000 en la Comunidad. Pero Chaves, a Cinco Días, le había dicho mucho antes que llegaría al 77% en 2007. Pues ha sido que no.
Seis provincias andaluzas, en concreto Jaén, Granada, Cádiz, Córdoba, Sevilla, Málaga, además de Badajoz, Alicante, Albacete y Zamora fueron las provincias con menor convergencia con la UE en 2006, según el citado informe, donde también se apuntó que seis provincias andaluzas --todas las citadas excepto Málaga y se suma Huelva-- están entre las diez provincias con mayor tasa de paro en 2006.
Puede recordarse que de la euforia proindustrial de la Expo 92, que se decía iba a ser el motor de una industria de alta tecnología para Andalucía se pasó muy pronto a la crisis de 1994, con las crisis de Suzuki, Gillette, Puleva y Santa Bárbara que se unieron al proceso de reconversión de Astilleros Españoles (Cádiz), al proyecto de Fujitsu de desmantelar su fábrica de Málaga y a las crisis crónicas de empresas como Construcciones Aeronáuticas (Sevilla) y las textiles Hytasa e Intelhorce, con una curiosa peripecia de ida y vuelta del sector público al privado, la mayoría de las cuales pasó a mejor vida en la década de los 90.
Aunque el ensamblaje del avión de transporte militar A400M, la planta de producción de cajas de cambio de Renault o la construcción del blindado Leopart II han sido los nombres propios de algunos de los proyectos con los que la industria del sur parecía despertar del letargo, luego vino Delphi y con su crisis el fin de toda esperanza cierta. Luego el anuncio de cierre de Vitelcom en Málaga y hace poco de la empresa azucarera del Ebro de Jerez de la Frontera, ha sido la puntilla.
Según el PP, la política industrial en estos veinticinco años ha ido evolucionando desde aquella idea de que la mejor política industrial era la que no existía hasta, la aprobación de unos planes industriales, dentro de una planificación económica anacrónica y contradictoria, con resultados mediocres y ausente evaluación.
Actualmente, según el INE, Andalucía es la Comunidad que representa peores datos en el Índice de Producción Industrial de toda España, experimentado un retroceso de –1,5% en el periodo enero-noviembre 2007, la cifra más negativa de los últimos cinco años, frente a un crecimiento de la media nacional del 2,6%., lo que hace más difícil que pueda tomar el relevo a la desaceleración de la construcción.
El Programa especifico de Industria ha desaparecido del Presupuesto de la comunidad.
La industria pierde participación en el VAB andaluz (10,74% en 2006 frente a 13,8% de 2000). En 1982 el Valor Añadido Bruto de la Industria representaba el 22,49 del total andaluz .Se trata, además, de un sector con menos grado de modernización que la media nacional y orientado hacia actividades de bajo contenido tecnológico.
La cifras de parados registrados en el sector industrial a diciembre de 2007 asciende a 47.702 personas, uno de cada diez parados andaluces procede de la industria.
Mientras el gobierno niega la desindustrialización de Andalucía, más de treinta empresas relacionadas con el textil y la confección han cerrado sus plantas debido al incremento de las importaciones y a la deslocalización, lo que ha supuesto una pérdida de más de 3.000 empleos. Otros sectores fuertemente golpeados son el naval, electrodomésticos, alimentación y bebidas, tabaco, componentes para automóviles (Delphi, el mayor fabricante del mundo) y muy recientemente sectores vinculados a la construcción.