LD (Agencias) De visita en Guatemala para asistir a la toma de posesión de Álvaro Colom, el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, rechazó la petición de su homólogo venezolano, Hugo Chávez, para que la comunidad internacional reconsidere el estatus que le otorga a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Uribe indicó que "los grupos violentos de Colombia son terroristas porque reclutan y maltratan a menores, atentan contra mujeres embarazadas y ancianos, lanzan bombas contra la población civil y trafican con droga". Sin mencionar a Chávez y su propuesta, el presidente puntualizó que "lo humanitario no puede excluir la seguridad".
Colombia, destacó, se defiende "desde la democracia, no desde la dictadura" y dijo esperar que el apoyo de la comunidad internacional y el rechazo a todos los grupos violentos. Aún así, Uribe subrayó: "En el momento en que las FARC hagan demostraciones de buena fe, que quieran negociar la paz, el Gobierno está dispuesto a concederles todos los beneficios dentro de la Constitución, a facilitar ese proceso de paz. Y en el momento en que avance la paz con las FARC, el Gobierno de Colombia sería el primero que dejaría de llamarlo terrorista y el primero que le pediría al mundo que como contribución a la paz no se les llame más terroristas".
El presidente aseguró que el único camino de encuentro entre su Gobierno y las FARC es con la intermediación de la Iglesia. Uribe hizo esas declaraciones a la prensa tras reunirse en privado con la secretaria de Estado de Asuntos Exteriores de Francia, Rama Yade, que le reiteró, en una carta personal del presidente Nicolas Sarkozy, su interés en resolver la situación de los secuestrados por las FARC, entre los que se encuentra la política colombiana de origen francés Ingrid Betancourt.