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SEGÚN DESVELA PROFESIONALES POR LA ÉTICA

El pacto antiterrorista PP-PSOE coincide en su totalidad con la nota de los obispos

 

 
(Libertad Digital) La asociación Profesionales por la Ética ha puesto en entredicho los motivos por los que el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero sustenta sus críticas contra la Iglesia, a propósito de la última nota episcopal sobre las elecciones. Según han argumentado, el punto número dos del Pacto por las Libertades y Contra el Terrorismo (suscrito tanto por el PP como por el PSOE) y el punto ocho del texto eclesiástico (única alusión al terrorismo en todo el documento) son literalmente iguales. "¿Cuál es la diferencia?, ¿Ya no está el PSOE de acuerdo con lo que firmó?" se preguntan.
 
Concretamente, el punto dos del Pacto por las Libertades y Contra el Terrorismo asevera que "La violencia es moralmente aborrecible y radicalmente incompatible con el ejercicio de la acción política democrática. Quienes la practican, quienes atentan contra la vida de aquellos que no piensan como ellos sólo merecen la condena y el desprecio de los partidos políticos democráticos y del conjunto de la sociedad".
 
El texto, firmado por el Partido Popular y el Partido Socialista, continúa destacando que "no existe ningún objetivo político que pueda reclamarse legítimamente en democracia mediante coacciones o asesinatos. El único déficit democrático que sufre la sociedad vasca, el verdadero conflicto, es que aquellos que no creen en la democracia ejercen la violencia terrorista para imponer sus objetivos a la mayoría".
 
"Por ello, el PP y el PSOE nos comprometemos a trabajar para que desaparezca cualquier intento de legitimación política directa o indirecta, de la violencia. Por eso, también, afirmamos públicamente que de la violencia terrorista no se extraerá, en ningún caso, ventaja o rédito político alguno", concluye.
 
Alusión al terrorismo de la Iglesia
 
Por su parte, el punto ocho de la nota de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal ante las elecciones asevera que "el terrorismo es una práctica intrínsecamente perversa, del todo incompatible con una visión moral de la vida justa y razonable. No sólo vulnera gravemente el derecho a la vida y a la libertad, sino que es muestra de la más dura intolerancia y totalitarismo".
 
Los obispos sentencian: "Una sociedad que quiera ser libre y justa no puede reconocer explícita ni implícitamente a una organización terrorista como representante político de ningún sector de la población, ni puede tenerla como interlocutor político".

En ambas notas, se pone encima de la mesa que la violencia es "incompatible" con el ejercicio de la acción política por lo que, quienes atentan, "sólo merecen la condena y el desprecio" de los partido políticos. O lo que es lo mismo, no se puede reconocer a una organización terrorista "como representante político" o "interlocutor político".

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