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Acabar con el déficit democrático del PP, por Antonio Golmar

L D (A. Golmar) Nada han dejado al azar los afiliados del distrito madrileño del barrio de Salamanca en la presentación de su propuesta de primarias directas para la elección del candidato del  Partido Popular a la Presidencia del Gobierno. Desde la puesta en escena, un simple taburete negro que recuerda a los town hall meetings (concejos abiertos) que organizan los partidos políticos en los Estados Unidos, hasta el aspecto del concejal –sobria chaqueta azul sobre camisa celeste, micrófono prendido en la solapa y maquillaje para las cámaras- todo estaba dispuesto para que el evento tuviera la máxima repercusión y transmitiera eso que el PP ha perdido en los últimos tiempos: cercanía y calidez.
 
Arropado por alrededor de 100 afiliados de base, muchos de ellos pertenecientes a Nuevas Generaciones, y sin un solo cargo representativo del partido, Ignacio (Iñigo) Henríquez de Luna, concejal en el ayuntamiento de Madrid desde los tiempos de Álvarez del Manzano, ha anunciado lo que a su juicio resolverá la asignatura pendiente del sistema democrático español, la democracia interna en los partidos políticos.
 
El concejal ha definido su iniciativa como un “proyecto abierto la sociedad” que “acercará a los ciudadanos a la política y a los políticos” y establecerá un mecanismo que dote a nuestra democracia de la “transparencia” y el “control” de los que en la actualidad carece. “Si hubiera primarias, no tendríamos 700.000 afiliados, sino millón y medio” ha afirmado con rotundidad.
 
Apelando entre otros a los casos francés y norteamericano y a la renovación impulsada por José María Aznar en los años noventa, “cuando más lo necesita un partido, es decir, cuando está en la oposición”, el concejal ha hecho hincapié en que tras 30 años de democracia el aparato  debe dar la palabra a los afiliados para que sean éstos quienes designen al candidato a la Moncloa, aunque ha señalado que el sistema de primarias también podría extenderse a la elección de otros puestos y candidatos.
 
Entre largas, sonoras y en ocasiones enfervorizadas ovaciones de los asistentes, Iñigo Henríquez ha reiterado que su propuesta no va contra Rajoy, sino a favor del partido y de la democracia. También ha repetido que él no es una correa de transmisión de nadie, y menos de Esperanza Aguirre, a cuyas órdenes nunca ha trabajado, pues él siempre ha estado en el Ayuntamiento de Madrid.
 
“Esta enmienda es imparable, y la vamos a ganar” y “los once compromisarios del distrito de Salamanca votarán en el congreso con toda libertad y según su conciencia” fueron algunas de las frases más celebradas por un publico entusiasta que no dudaba en apostillar las palabras del concejal con rotundos “eso es”, “claro que sí” y “ya era hora”.
 
El concejal no ha ahorrado críticas a la labor realizada por su partido en la pasada legislatura. Así, ha aseverado que “los mensajes no se han transmitido como debieran”, que en su partido existe un “déficit democrático” y que es el momento de que entre aire fresco y de que “Rajoy legitime su liderazgo”. Para ello, y aunque las primarias no se puedan celebrar hasta dentro de tres años, ha propuesto que durante el próximo congreso de Valencia el Partido Popular habilite una urna en cada sede de distrito para que los afiliados, de forma no vinculante, puedan expresar sus preferencias lo antes posible. El sistema es, a su juicio “técnicamente posible” y no sería muy complicado de organizar.
 
También ha expresado su pesar por los “desencuentros personales” que se han producido desde el nueve de marzo y ha lamentado que en el Partido Popular no existan foros de debate. “Y cuando los hay nadie dice nada, sino que nos dedicamos a murmurar en los pasillos y a hacer filtraciones a la prensa”.
 
La iniciativa, que en estos momentos se encuentra en fase de redacción y a cuya composición Henríquez ha invitado a todo aquel que quiera involucrarse en el proyecto,  cuenta desde ya con su propia página web, www.primariaspp.com . El concejal ha anunciado que en breve su propuesta contará con el apoyo de muchas figuras importantes del partido, además de los que ya se han mostrado a favor, como Gustavo de Arístegui, Alejo Vidal Quadras y la misma Esperanza Aguirre.
 
En la ronda de preguntas a los afiliados, muchas felicitaciones y varias ofertas de colaboración. Sólo una intervención crítica de una muy veterana afiliada que ha mostrado su preocupación por el daño que las primarias pudieran hacer al partido. Henríquez ha respondido que ni las primarias ni la democracia directa tienen nada que malo, y de nuevo ha recalcado que la democratización del Partido Popular es una tarea urgente si es que su partido quiere tomar la iniciativa política, perdida tras la etapa de Gobierno de Aznar.
 
En definitiva, una intervención que, dado el tono de las advertencias lanzadas por Rajoy y su entorno desde el célebre mitin de Elche, se antoja audaz e incluso provocativa. Habrá que ver si en menos de tres meses, estos 11 compromisarios, que según Henríquez deberían tener cada vez menos importancia en las decisiones del partido en aras del grueso de los afiliados, lograrán reunir los apoyos posibles para que su iniciativa sea aceptada por la mayoría de los asistentes al congreso. Valor no les falta. Otra cosa es que dure, aunque dado el cuidado con que este grupo de afiliados ha preparado la puesta de largo de su iniciativa, que si no es recogida en la ponencia de estatutos será presentada como enmienda, no parece que vayan a cejar en su empeño, al menos hasta junio.

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