(Libertad Digital) El grupo Gas Natural ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores su OPA por la totalidad de las acciones de Iberdrola, aunque la condiciona a la obtención de un mínimo del 75 por ciento de su capital social. Según ha comunicado Gas Natural a la CNMV, la oferta se dirige a las 901.549.181 acciones de Iberdrola de tres euros de valor nominal, con una contraprestación a los accionistas de la compañía eléctrica de 340 euros más 29 acciones de Gas Natural de nueva emisión por cada 50 acciones de Iberdrola.
La compañía gasista precisa que si la junta general de accionistas de Iberdrola acuerda la eliminación estatutaria de la limitación al número máximo de votos que puede emitir un sólo accionista, Gas Natural advierte de que el límite mínimo para la validez de la oferta "quedará reducido a la mitad más una de las acciones de Iberdrola", es decir 450,77 millones de acciones. La oferta para los accionistas equivale a 6,80 euros en dinero y a 0,58 acciones de nueva emisión de Gas Natural por cada acción de Iberdrola, teniendo en cuenta que las nuevas acciones que emita la compañía gasista tendrán un euro de valor nominal y disfrutarán de los mismos derechos que las acciones viejas.
Si en el canje de las acciones se produjeran fracciones o picos, por ejemplo, por tener menos de 50 acciones de Iberdrola, o teniendo más títulos que no sean una cifra múltiplo de 50, el precio para el accionista será de 17,01 euros por acción, cuando los títulos de Iberdrola cerraron en su última cotización antes de la suspensión a 14,22 euros. De los 17,01 euros por acción se pagarán en metálico 6,80, el 48%, mientras que el resto lo recibirán los accionistas de Iberdrola en nuevos títulos de Gas Natural. El precio de la operación se situaría sobre los 15.300 millones de euros si la empresa gasista llegara a adquirir el cien por cien de la eléctrica. La capitalización bursátil de Iberdrola, una empresa de mayor tamaño que Gas Natural, asciende a 12.800 millones de euros, repartidos entre más de 901 millones de títulos.
La nueva compañía contaría, según Brufau, con una sede en Bilbao, que agruparía las actividades de generación eléctrica, otra en Madrid, con los activos internacionales, y la sede central de la sociedad "holding" en Barcelona, donde se llevaría la gestión y la comercialización de gas y electricidad.
La compañía gasista precisa que si la junta general de accionistas de Iberdrola acuerda la eliminación estatutaria de la limitación al número máximo de votos que puede emitir un sólo accionista, Gas Natural advierte de que el límite mínimo para la validez de la oferta "quedará reducido a la mitad más una de las acciones de Iberdrola", es decir 450,77 millones de acciones. La oferta para los accionistas equivale a 6,80 euros en dinero y a 0,58 acciones de nueva emisión de Gas Natural por cada acción de Iberdrola, teniendo en cuenta que las nuevas acciones que emita la compañía gasista tendrán un euro de valor nominal y disfrutarán de los mismos derechos que las acciones viejas.
Si en el canje de las acciones se produjeran fracciones o picos, por ejemplo, por tener menos de 50 acciones de Iberdrola, o teniendo más títulos que no sean una cifra múltiplo de 50, el precio para el accionista será de 17,01 euros por acción, cuando los títulos de Iberdrola cerraron en su última cotización antes de la suspensión a 14,22 euros. De los 17,01 euros por acción se pagarán en metálico 6,80, el 48%, mientras que el resto lo recibirán los accionistas de Iberdrola en nuevos títulos de Gas Natural. El precio de la operación se situaría sobre los 15.300 millones de euros si la empresa gasista llegara a adquirir el cien por cien de la eléctrica. La capitalización bursátil de Iberdrola, una empresa de mayor tamaño que Gas Natural, asciende a 12.800 millones de euros, repartidos entre más de 901 millones de títulos.
La nueva compañía contaría, según Brufau, con una sede en Bilbao, que agruparía las actividades de generación eléctrica, otra en Madrid, con los activos internacionales, y la sede central de la sociedad "holding" en Barcelona, donde se llevaría la gestión y la comercialización de gas y electricidad.