L D (EFE) El presidente Paksas dijo en una entrevista a la radio Ziniu Radijas: "Queridos míos, no he llegado a la Presidencia de Lituania para dimitir porque alguien así lo desea". Paksas, elegido jefe de Estado en enero pasado, recalcó que "no hay ninguna amenaza a la seguridad nacional, sino un escándalo para destituir al Presidente de la república".
El Parlamento de Lituania reunió este jueves 40 firmas de diputados, cuatro más que las necesarias, para dar comienzo al proceso de destitución de Paksas, a quien se ha vinculado a grupos mafiosos rusos y se ha acusado de filtrar secretos estatales. La decisión de iniciar el proceso de destitución fue adoptada poco después de que una comisión de investigación del Legislativo dictaminara que "tienen fundamento" las acusaciones que vinculan al entorno de Paksas con la mafia rusa y, posiblemente, con agentes secretos extranjeros.
El jefe de la comisión parlamentaria, Aloyzas Sakalas, señaló que el propio Presidente filtró información secreta a empresas rusas sospechosas, que, como ya se demostró, financiaron su campaña electoral a cambio de futuras prebendas. Según el informe de la comisión, Paksas "ha sido y sigue siendo vulnerable, lo que implica una amenaza para la seguridad nacional" de Lituania. La crisis se desató a finales de octubre cuando se hizo público que el Departamento de Seguridad del Estado (VSD) había presentado al Parlamento lituano un informe que vinculaba a la mafia rusa con el Presidente, a través de su asesor de Seguridad Nacional, Remigijus Acas. Para que prospere el proceso de destitución deben respaldarlo como mínimo 85 de los 141 diputados que componen el Parlamento lituano.
El primer ministro lituano, Algirdas Brazauskas, el presidente del Parlamento, Arturas Paulaskas, así como la mayoría de las fuerzas políticas del país coinciden en que la dimisión de Paksas es la única salida a esta crisis política. Según el antecesor de Paksas en la Presidencia lituana, Valdas Adamkus, "el Estado no puede ser rehén de las ambiciones de una persona; seguir medio año más con un presidente en proceso de impugnación sería una catástrofe", en alusión a la entrada de Lituania en mayo de 2004 en la Unión Europea y la OTAN. En declaraciones a una emisora de radio, el ex presidente afirmó que "Lituania ha sufrido una crisis muy grave y ha visto humillada su dignidad" y llamó a la población y a la clase política a "aclarar la verdad y purificarse para restablecer el honor del país".