LD (EFE) "No, no existe", respondió Koizumi, al ser preguntado por la prensa sobre si había alguna posibilidad de que el Gobierno de Tokio retirara de Irak al contingente militar nipón, que desde hace pocas semanas lleva a cabo tareas humanitarias en la ciudad sureña de Samawa.
Según recoge un vídeo difundido por la cadena de televisión qatarí Al Yazira, un grupo autodenominado "Escuadrones Muyahidín" amenaza con quemar vivos a los tres civiles japoneses si en un plazo de tres días las tropas japonesas no se retiran de Irak.
Las imágenes muestran a dos hombres y una mujer, vestidos con ropas civiles. Los captores, que le amenazn con cuchillos, han mostrado también los documentos de identidad de las tres personas. Se trata de un colaborador del semanario Weekly Asahi, una trabajadora voluntaria y su acompañante.
El gobernante nipón prometió todos los esfuerzos necesarios para rescatar con vida a los tres civiles japoneses. "No nos doblegaremos a ninguna amenaza infame de los terroristas", enfatizó Koizumi. Según declaraciones anteriores del ministro Portavoz, Yasuo Fukuda, Koizumi pidió la inmediata puesta en libertad de los tres japoneses y ordenó a su Gabinete esfuerzos especiales para solucionar esta crisis, que se produce poco después de lo que, según distintas informaciones, fue el primer ataque contra el contingente japonés desplegado en Samawa.
"Mi hijo se oponía al envío. Tal vez no debería decir esto, pero quiero que las Fuerzas de Autodefensa (el Ejército japonés) se retiren" de Irak, dijo a varios reporteros nipones Naoko Imai, de 51 años, madre de Noriaki Imai, de 18 años, el más joven de los tres rehenes. También la familia de Nahoko Takato, la mujer japonesa secuestrada, pidió la retirada de las tropas japonesas del país árabe, aunque sea de "forma temporal" y manifestó su temor por la vida de esta cooperante de 34 años, si las exigencias de los secuestradores no se cumplen.