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Sindicatos bolivianos amenazan con una huelga general si el Gobierno exporta gas natural

Los dirigentes de los principales sindicatos blovianos amenazan con convocar una huelga general si el presidente, Carlos Mesa, mantiene sus planes para exportar gas natural a Argentina. La "defensa" de los recursos naturales bolivianos, afirma la Central Obrera Boliviana, pasa también por la derogación de la actual Ley de Hidrocarburos. El Gobierno de La Paz tiene como plazo, según los opositores, hasta el primero de mayo.

L D (EFE) Unos 5.000 afiliados a la Central Obrera Boliviana (COB) han marchado por las principales calles de La Paz para, declararon sus dirigentes, dar una muestra de su poder de convocatoria al Gobierno. Los sindicalistas exigieron al presidente, Carlos Mesa, que rescate "la propiedad" de los hidrocarburos y de otros recursos naturales.
 
Jaime Solares, secretario ejecutivo de la COB, advirtió al Gobierno de que los trabajadores bolivianos irán a la huelga general a partir del primero de mayo para demandar "urgentes" cambios en la actual política económica y social. Las protestas incluirán el bloqueo de carreteras.
 
El líder sindical dijo que, "si no cambia hasta el primero de mayo" la política económica, el presidente Mesa "será el culpable de lo que pueda ocurrir en el país", tras lo cual señaló la necesidad de "rescatar la propiedad de los hidrocarburos" y de "pelear abiertamente contra la corrupción". Solares cuestionó al presidente Mesa por tener en su gabinete a "sicarios, testaferros que están al servicio del Fondo Monetario Internacional. Si se cae (el Gobierno) no será culpa de Solares, sino por ser un Gobierno entreguista".
 
Unas pocas horas antes de la marcha, el ex dictador Luis García Mesa -actualmente encarcelado- acusó a Solares de haber sido "informante" del Gobierno de la dictadura (1908-1981). "Esas calumnias me fortalecen, no les tengo miedo porque son porquerías inventadas por el Gobierno", replicó el sindicalista.
 
Solares dijo que la manifestación callejera debe ser tomada por el presidente boliviano como "una advertencia" para que admita las variadas demandas de los sindicatos, que también reclaman la derogación de la normativa de pensiones.

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