L D (EFE) El Pentágono no ha querido comentar la información de la revista, que sale a la venta este lunes y reitera que Rumsfeld tiene todo el apoyo de Bush ante las crecientes presiones de la oposición demócrata para que renuncie a la secretaría de Defensa.
Citando a fuentes anónimas, la revista indica que el plan secreto autorizaba diversos métodos coercitivos, inicialmente utilizados en la búsqueda de miembros de Al-Qaeda en Afganistán y que, con la aprobación de Rumsfeld, fueron aplicados en la cárcel de Abu Ghraib. La operación del Pentágono fue conocida por varios nombres, entre ellos "Copper Green" y alentaba el uso de coerción física y la humillación sexual de prisioneros iraquíes, con el objetivo de arrancarles información sobre la incipiente insurgencia en Irak, señala The New Yorker .
El artículo, de 17 páginas, señala que Rumsfeld, molesto por algunas trabas de índole legal o administrativo, autorizó el programa secreto para conseguir un permiso "amplio y por adelantado" para interrogar, capturar o matar a blancos de alto interés en la lucha antiterrorista. Así se creó, en una zona de seguridad del Pentágono, el denominado "Programa de Acceso Especial" (similar a los usados durante la Guerra Fría) que sería el secreto mejor guardado de las autoridades castrenses de EEUU.
Citando a fuentes anónimas, la revista indica que el plan secreto autorizaba diversos métodos coercitivos, inicialmente utilizados en la búsqueda de miembros de Al-Qaeda en Afganistán y que, con la aprobación de Rumsfeld, fueron aplicados en la cárcel de Abu Ghraib. La operación del Pentágono fue conocida por varios nombres, entre ellos "Copper Green" y alentaba el uso de coerción física y la humillación sexual de prisioneros iraquíes, con el objetivo de arrancarles información sobre la incipiente insurgencia en Irak, señala The New Yorker .
El artículo, de 17 páginas, señala que Rumsfeld, molesto por algunas trabas de índole legal o administrativo, autorizó el programa secreto para conseguir un permiso "amplio y por adelantado" para interrogar, capturar o matar a blancos de alto interés en la lucha antiterrorista. Así se creó, en una zona de seguridad del Pentágono, el denominado "Programa de Acceso Especial" (similar a los usados durante la Guerra Fría) que sería el secreto mejor guardado de las autoridades castrenses de EEUU.