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EN EL PATIO DEL PRÍNCIPE DEL PALACIO REAL

Los Reyes ofrecen el banquete nupcial a sus 1.700 invitados

Los 1.700 invitados a la boda real disfrutaron del banquete nupcial ofrecido por los Reyes, que se celebró en el Patio del Príncipe del Palacio Real, en el que se instaló una gran carpa de 32 metros de altura. La disposición de los invitados siguió un estricto orden de protocolo, con los Príncipes, los Reyes, los padres de la novia y las personalidades de mayor rango en la mesa principal.

L D (EFE) En el patio, de 2.500 metros cuadrados, se instalaron la mesa principal -en la que se sentaron los Príncipes de Asturias, los Reyes, los padres de Doña Letizia y las personalidades de mayor rango- y las mesas redondas en las que se repartieron el resto de los invitados.

El banquete nupcial, servido por el restaurante 'Jockey', arrancó con una tartaleta hojaldrada de frutos de mar sobre fondo de verduras, regado con un Albariño de la Denominación de Origen Rías Baixas. A continuación, se sirvió un capón de Palencia asado al tomillo con frutos secos, acompañado por un gran reserva de Rioja de 1994.

El banquete terminó con el postre: la monumental tarta nupcial elaborada por el pastelero alicantino Francisco Torreblanca, que se sirvió con moscatel de Alicante. La tarta nupcial pesaba más de 150 kilos y medía cerca de dos metros de altura. Para los brindis se seleccionó un cava blanco y con el café se ofreció una amplia gama de destilados españoles. El almuerzo fue servido por cerca de medio millar de camareros, que distribuyeron los platos preparados en siete cocinas.
 
La mesa principal

La larga mesa principal estaba adornada con uno de los "dessert" (piezas planas de estuco y mármol) que hay en palacio. Sobre el dessert se colocaron 14 figuras de bronce dorado, de unos veinte centímetros de altura, que representaban virtudes y potencias del alma como La Razón, El Conocimiento o El Alma. Las figurillas situadas frente a los Príncipes de Asturias eran La Abundancia y La Fortaleza. Estas figuras están atribuidas al broncista italiano Juan Bautista Ferroni, que vino a España en tiempos de Carlos III.

El resto de las mesas, 122 en total (110 en el Patio del Príncipe), eran redondas y a cada una de ellas se sentaron entre ocho y diez comensales. Las mesas estaban cubiertas por manteles de color crema y sobre ellas se colocaron centros de flores en tonos blanco y malva, mientras que las sillas eran de color dorado viejo.

En la mesa principal y en las más próximas se utilizó la vajilla de Santa Clara, con filo azul y el escudo de la Corona, copas de gala de baccara con filos dorados y la cubertería de Alfonso XIII. Para realzar la importancia de la ocasión, los organizadores emplearon como principal elemento ornamental los tapices históricos.
 
Tapices

Nueve tapices de gran tamaño de la serie "Vertumno y Pomona", diseñados por Jan Cornelius Vermeyen para Carlos V, se situaron a las espaldas de la mesa principal. A la derecha de los comensales principales se colocaron las seis piezas de "La historia de Faetón", obra de Alessandro Allori, y a la izquierda los cinco paños diseñados por Justus Van Hegmont que representan "La historia de Cenobia".

Los recién casados tenían frente a ellos, al otro lado del gran patio, los cinco tapices de Antoine Sayaert "Las vicisitudes del amor humano". El patio completó su ornamentación con algunos otros tapices situados bajo sus soportales. También se lució el repostero con el escudo de armas de Felipe V y los que mostraban los escudos del Rey Juan Carlos y del propio Don Felipe.

El suelo enlosado de granito se cubrió con una tarima forrada con estera y, sobre ella, se colocaron alfombras de nudo antiguas procedentes de las Colecciones Reales. Sobre las cabezas de los comensales, a 32 metros de altura, se colocó el toldo que cubre el patio, que pesaba 40.000 kilos y estaba preparado para soportar vientos de hasta 120 kilómetros por hora.

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