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AMPLÍA SU QUERELLA A OTRAS DOS PERSONAS

El centro Tomás Moro pide que se prohíba la obra “Me cago en Dios” y se incauten los ejemplares

El centro jurídico Tomás Moro, que ya presentó una querella contra Iñigo Ramírez de Haro por su obra de teatro "Me cago en Dios", ha ampliado la querella este miércoles con otros dos imputados y la petición de que se prohíban nuevas representaciones y que se incauten todos los ejemplares impresos de la obra.

L D (EFE) Según informó el letrado de los querellantes, Javier María Pérez-Roldán, en la ampliación "se hace patente que la intención del autor era la ofensa y se solicitan medidas cautelares: prohibir la representación de la obra hasta que exista resolución firme, y la incautación de los ejemplares editados de la misma".

"Tales medidas se justifican en la alarma social causada", añadió el letrado quien aseguró que "obras de este tipo fueron parte responsable de las matanzas desatadas por motivos religiosos en tiempos de la II República Española y durante la Guerra Civil en el bando republicano, y que originaron unos 9.000 asesinatos", añadió.

Igualmente se solicita la imputación de Joseph Michael O'Curneen, como director del Teatro Alfil, y de Rosario Solanas García, como representante de la Productora La Avispa, representante de Iñigo Ramírez de Haro en las negociaciones con el Círculo de Bellas Artes y el Teatro Alfil, que representaron la obra. Como diligencias se solicitan, entre otras muchas, la aportación por parte de la Cadena Ser del archivo sonoro del 5 de mayo en el programa de las 16 horas, conducido por Gemma Nierga, en el que el autor de la obra hizo diversas declaraciones.
 
Defensa "a la dignidad humana"

"La demanda no pretende, por otra parte, la defensa del buen nombre de religión alguna, pues en nuestro ordenamiento penal no existe tal posibilidad", agregó, "lo que defiende es el derecho a la dignidad humana, y el Tribunal Supremo ha señalado que lo religioso no es un aspecto o valor accesorio o circunstancial, sino esencial de la persona, y como tal garantizado por la Constitución".

Según el texto presentado este miércoles en los juzgados de la Plaza de Castilla, "la prohibición de mofas a los sentimientos religiosos tienen la misma justificación que la prohibición de discriminaciones o injurias por motivos raciales, sexuales o antisemitas (...) No puede alegarse libertad de expresión porque esta tiene el límite del respeto a la dignidad humana". Según los querellantes, es "probable que la próxima semana se personen en la querella entre 50 y 70 personas más, y se está estudiando la posibilidad legal de solicitar al autor y responsables de la obra indemnizaciones por daños y perjuicios".

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