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Detienen a cuatro etarras relacionados con el intento de asesinato de dos ertzainas en una emboscada

La Policía ha detenido en Vizcaya a cuatro etarras, entre ellos Josune Oña y Asier Mardones, autores de una emboscada a una patrulla de la Ertzaintza el 14 de septiembre de 2003 en el puerto alavés de Herrera. Dos agentes resultaron heridos y falleció otro de los terroristas implicados, Arkaitz Otazua, que recibió varios disparos cuando los policías repelieron el ataque.

La Policía ha detenido en Vizcaya a cuatro etarras, entre ellos Josune Oña y Asier Mardones, autores de una emboscada a una patrulla de la Ertzaintza el 14 de septiembre de 2003 en el puerto alavés de Herrera. Dos agentes resultaron heridos y falleció otro de los terroristas implicados, Arkaitz Otazua, que recibió varios disparos cuando los policías repelieron el ataque.

L D (Agencias) Agentes de la Policía autónoma vasca detuvieron en el puerto de Urkiola (Vizcaya) a cuatro terroristas de ETA. Fuentes del Ministerio del Interior ya han facilitado la identificación de dos de ellos, se trata de Asier Mardones Esteban, nacido en 1979 en Baracaldo, y Josune Oña Ispizua, de 28 años. Los otros dos podrían ser Atxarte Salvador y Aritz López Anda.

Las mismas fuentes han confirmado que estos los dos etarras identificados estaban huidos desde que en septiembre de 2003 participaron en un tiroteo con miembros de la Ertzaintza en el puerto de la Herrera (Álava) en el que falleció uno de los terroristas.
 
Planes terroristas
 
Las detenciones se han practicado en el puerto de Urquiola y en Bilbao. Dos de los etarras, los ya identificados, tenían como objetivo reconstituir el grupo "Vizcaya" de ETA y no se descarta que prepararan algún atentado contra la Ertzaintza. Ambos iban armados con pistolas de nueve milímetros parabellum y la Policía está analizándolas para comprobar si han sido utilizadas en atentados.

Implicados en un intento de asesinato
 
El 14 de septiembre de 2003 los dos etarras detenidos ahora y un tercero llamaron al teléfono de emergencias 112 para alertar de un supuesto accidente de tráfico, pero realmente se trataba de un señuelo para cometer un atentado contra una patrulla de la Ertzaintza.

Cuando los agentes de la Policía autónoma vasca se desplazaron al lugar del supuesto accidente fueron tiroteados en el puerto de Herrera, antes de que se bajaran del vehículo, con una escopeta de cañones recortados cargada con cartuchos de postas. Los dos resultaron heridos. Al día siguiente, la Ertzaintza halló el cadáver de uno de los tres etarras implicados. Los agentes habían repelido el ataque y Arkaitz Otazua falleció en el tiroteo.
 
 

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