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El Gobierno garantiza al dictador Obiang que vigilará las "evoluciones" del refugiado Severo Moto

El Gabinete Zapatero ha asegurado al dictador de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang, que "no aceptará ninguna iniciativa violenta" destinada a derrocar su régimen, y que “estará atento a las evoluciones” del autoproclamado Gobierno guineano en el exilio, radicado en Madrid y encabezado por Severo Moto, cuya extradición reclama Malabo por su presunta implicación en un supuesto golpe de Estado que habría sido abortado en marzo.

El Gabinete Zapatero ha asegurado al dictador de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang, que "no aceptará ninguna iniciativa violenta" destinada a derrocar su régimen, y que “estará atento a las evoluciones” del autoproclamado Gobierno guineano en el exilio, radicado en Madrid y encabezado por Severo Moto, cuya extradición reclama Malabo por su presunta implicación en un supuesto golpe de Estado que habría sido abortado en marzo.
(Libertad Digital) El senador socialista Juan José Laborda y el embajador en Guinea Ecuatorial, Carlos Robles Fraga, se reunieron el lunes en Bata con Obiang para tratar de poner fin a la crisis desencadenada por el dictador de aquel país con su decisión de llamar a consultas a su embajador en Madrid, José Elá.
 
"No sólo se ha resuelto la crisis, sino que hay posibilidades de aumentar la cooperación", declaró Laborda a la agencia Europa Press. El senador socialista expresó su deseo de que Elá, que estuvo presente en la mencionada reunión, regrese a Madrid el próximo domingo, y anunció que la cooperación se concentrará en la puesta en marcha de instituciones democráticas en el país africano. En este sentido, el Gabinete Zapatero ha pedido al régimen de Malabo que pruebe su voluntad de avanzar hacia la democracia.
 
Moratinos, tras la retirada del embajador guineano, dijo: "A España no le afecta"
 
El dictador Obiang llamó a consultas a Elá el 20 de julio, en protesta por los “gestos inamistosos” que dijo detectar en el Gobierno español y por la negativa de éste a extraditar a Severo Moto, que vive en Madrid al amparo de su condición de refugiado político.
 
Dos días más tarde, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, anunciaba que Madrid no iba a tomar medida alguna porque se trataba de “un problema interno guineano”. “Que ellos decidan lo que quieran (...); a España no le afecta”, agregó el jefe de la diplomacia española. Si el embajador guineano regresaba sería “bienvenido”, comentó, para luego reiterar: “No estamos preocupados por esta noticia”.
 
Según Europa Press, Laborda le dijo a Obiang que el Ejecutivo “no ha tenido gestos inamistosos”, y que el haber conocido las intenciones de Malabo a través de la prensa produjo sorpresa en Madrid. “(El Gobierno) no ha recibido ni una petición de extradición ni ninguna prueba que involucre a Moto” en la supuesta intentona golpista del pasado mes de marzo.
 
El Ejecutivo no simpatiza con Severo Moto pero se ve obligado a protegerle
 
“El Gobierno español bajo ningún concepto aceptará una iniciativa violenta para cambiar el Gobierno guineano”, afirmó Laborda. “España –agregó– no tiene tolerancia con actividades terroristas ni servirá de base para ellas”. Asimismo, dijo que el Gabinete Zapatero no simpatiza con Moto, pero que éste, por su condición de asilado, goza de una protección otorgada por la Constitución que no puede ser modificada por el Ejecutivo.
 
Laborda advirtió de que Madrid no está dispuesto a tolerar que el autoproclamado Gobierno ecuatoriano en el exilio sirva de "tapadera" para experimentos golpistas, y comentó que, si no pruebas, hay indicios –recabados en terceros países– que apuntan a la existencia de conexiones entre esta organización y los supuestos golpistas apresados el pasado marzo en Zimbabue, donde se les está sometiendo a juicio.
 
Moto recuerda que Obiang acusó a España de estar detrás de la supuesta intentona
 
El mismo día en que Laborda y Obiang se reunían en Bata, Moto hacía pública una nota donde denunciaba que está siendo acusado “de un golpe de Estado que no se ha producido”, y del que se conocen detalles “por las declaraciones arrancadas bajo tortura a un coronel de las Fuerzas Especiales Británicas (...) en un país apestado de la comunidad internacional, Zimbabwe”. El líder opositor lamenta que se haya dado crédito al dictador guineano, “un sátrapa sanguinario, caníbal y ladrón (...) que recientemente (...), en la cumbre de la OUA (Organización para la Unidad Africana), acusó al Ministerio de Defensa Español de ser el motor de dicho golpe de Estado inexistente”.
 
La nota prosigue en los siguientes términos: “El problema no es qué hacer conmigo. El verdadero problema que tiene mi pueblo, Guinea Ecuatorial, y la comunidad internacional es qué hacer con (Teodoro) Obiang Nguema (...). Esa es la pregunta que a todos nos corresponde contestar. Yo estoy bien donde estoy, en España; un pueblo al que quiero y con el que me identifico, no pudiendo estar donde más deseo, en mi país, con los míos y en libertad”.

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