L D (EFE) El electorado castigó a la formación de Schroeder con su peor resultado en este land industrial desde 1960. Por el contrario, el primer ministro regional, Peter Müller, vio cómo el 47,5 por ciento de los votantes avalaba su gestión. Conseguía así dos puntos porcentuales más de respaldo que en los comicios de 1999.
Benneter, en la rueda de prensa que ofreció tras la reunión mantenida este lunes por la Ejecutiva del SPD, dijo que la conclusión unánime alcanzada por la dirigencia socialdemócrata era respaldar las reformas del Gobierno de la nación, independientemente de lo que digan las urnas, y seguir haciendo todo lo posible por explicarlas a la población.
Al ser preguntado por la estrategia que seguirá el SPD en las siguientes citas electorales –Brandeburgo y Sajonia, el 19 de septiembre–, el secretario general de los socialdemócratas apostó por "no titubear y seguir por el camino emprendido".
Culpan a Lafontaine y exculpan a su delfín, Heiko Maas
Según relata la agencia EFE, a la hora de buscar un responsable de la debacle en el Sarre todos los dedos apuntaron hacia el ex primer ministro y ex ministro de Finanzas Oskar Lafontaine, que se opone rotundamente a las reformas emprendidas por el Gabinete Schroeder. No obstante, el candidato que presentó el partido, Heiko Maas, delfín de Lafontaine y responsable del resurgir de éste en la campaña –si bien al final se distanció de él–, no sólo no recibió reproches de envergadura, sino que se ganó el respaldo unánime de la Ejecutiva.
El vencedor de los comicios, Peter Müller, es uno de los políticos que más abiertamente ha defendido las reformas impulsadas por el Gobierno rojiverde, que sólo pudieron salir adelante con el apoyo de la oposición, si bien ha reclamado la introducción de ciertas modificaciones.