L D (EFE) Tampoco se concederán nuevas autorizaciones para abrir paladares, los comedores caseros tan apreciados por los turistas. Los primeros establecimientos de este tipo se abrieron a principios de los 90, cuando el régimen se vio obligado a aflojar un poco el dogal que había impuesto a la economía para no sucumbir como su Madre Patria, la Unión Soviética.
La normativa que entra en vigor este viernes prohíbe a los paladares ofrecer productos como patatas, mariscos o carne de bovino, y exige a sus propietarios contar con un mínimo de tres ayudantes, que deberá escoger de su propio entorno familiar.
Fundidores, operadores de audio y vídeo, chapistas, programadores de computación, vendedores de libros usados, de jabón y de coronas de flores, instructores deportivos... son 40 las profesiones que no podrán contarán con nuevos trabajadores por cuenta propia.
Fundidores, operadores de audio y vídeo, chapistas, programadores de computación, vendedores de libros usados, de jabón y de coronas de flores, instructores deportivos... son 40 las profesiones que no podrán contarán con nuevos trabajadores por cuenta propia.
Además, se excluye del cuentapropismo a dirigentes políticos, responsables administrativos, militares, funcionarios, jueces, fiscales y técnicos de salud y educación. Los profesionales universitarios no podrán hacerlo en ámbitos relacionados con la especialidad en que se graduaron, y los trabajadores civiles de las FFAA quedan a merced de lo que decidan éstas.
El retorno a un modelo económico hipercentralizado se hizo evidente en 2003, cuando se decretó la sustitución del dólar por el Peso Cubano Convertible (CUC) –equivalente, en teoría, al billete verde, pero de circulación exclusiva en la Isla– en las transacciones entre empresas estatales. Asimismo, se obligó a las compañías a participar en comités de compras de importación y se confirió al Banco Central potestad para aprobar adquisiciones en dólares por parte de las firmas estatales.