L D (EFE) Pasadas las 12.15 horas, concluyó el desfile militar del Día de la Fiesta Nacional, que presidido por el Rey, ha contado con la participación de unos 3.500 militares, 92 aeronaves y más de 300 vehículos de todo tipo.
Con el arriado de la bandera nacional situada en la Plaza de Colón, finalizó esta exhibición terrestre y aérea a la que han asistido entre otros, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, los ministros, los presidentas del Congreso, Manuel Marín, y del Senado, Javier Rojo, así como presidentes autonómicos y otras autoridades civiles y militares. Durante algo más de una hora, han desfilado por el paseo de la Castellana, entre las plazas de Gregorio Marañón y Cibeles, numerosas unidades de los tres ejércitos españoles.
Además han desfilado las banderas de Francia e Italia, en representación de la división Leclerc y la fuerza anfibia hispano-italiana. El momento más emotivo se ha producido en el acto de homenaje a los caídos, en el que el Rey, junto con el presidente del Gobierno y los presidentes del Congreso y Senado, han realizado la ofrenda floral acompañados por familiares de las víctimas de ETA, del 11-M y del Yak-42, entre otras.
Con el arriado de la bandera nacional situada en la Plaza de Colón, finalizó esta exhibición terrestre y aérea a la que han asistido entre otros, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, los ministros, los presidentas del Congreso, Manuel Marín, y del Senado, Javier Rojo, así como presidentes autonómicos y otras autoridades civiles y militares. Durante algo más de una hora, han desfilado por el paseo de la Castellana, entre las plazas de Gregorio Marañón y Cibeles, numerosas unidades de los tres ejércitos españoles.
Además han desfilado las banderas de Francia e Italia, en representación de la división Leclerc y la fuerza anfibia hispano-italiana. El momento más emotivo se ha producido en el acto de homenaje a los caídos, en el que el Rey, junto con el presidente del Gobierno y los presidentes del Congreso y Senado, han realizado la ofrenda floral acompañados por familiares de las víctimas de ETA, del 11-M y del Yak-42, entre otras.
Tres horas antes del desfile, y en declaraciones a la Cadena SER, el ministro José Bono pidió "seriedad", que "no se hagan juicios morales" e insistió en que este martes "no desfila la División Azul, no se trata de hacer relativismo moral, ni de perdonar a Hitler, ni a Stalin ni a ninguno de los genocidas que en el mundo han sido". Bono también dijo que "si se trata de echar de España a los que estuvieron en la División Azul, a los que un día dijeron vivas a Franco, a los que tuvieron camisas azules ... se quedan cuatro". A juicio del ministro, algunos van "muy lejos y para atacarme dicen que voy hacer que desfile la División Azul y quien hoy desfila es un español que estuvo en la División Azul y la División Leclerc, quien se homenajea aquí es a los españoles que liberaron París de los nazis".Añadió que podía haber seguido con la rutina de otros años pero, según explicó Bono, no quiso "que la rutina burocrática de un desfile" impidiera hacer caso a una propuesta que le hizo el Jefe del Estado Mayor de la Defensa de que soldados veteranos, familiares de víctimas del terrorismo y de fallecidos en el accidente del Yak-42, entre otros, "acompañasen al Rey a la hora de ofrecer una corona de laurel a todos los que han dado su vida por España".
Por su parte, el comunista vasco, Javier Madrazo, ha exigido el cese inmediato de José Bono como ministro de Defensa por autorizar la presencia de un "veterano del bando franquista" en el desfile militar del 12 de octubre. A su juicio, esta decisión "le invalida como socialista y como representante de un Gobierno democrático".