L D (Agencias) En una conferencia de prensa celebrada en la ciudad húngara de Balatonoszod, donde se celebra la Cumbre de Líderes Progresistas, Zapatero dijo que su Administración trabajará para que la UE rebaje las sanciones diplomáticas impuestas a la dictadura de Fidel Castro en 2003.
Esa línea de acción, destacó el mandatario, "está por encima de lo que puede ser una discrepancia momentánea de algunas personas de la disidencia, a las que respeto, obviamente". Zapatero se refería así al enfado que entre destacados opositores a Fidel Castro causó el discurso del embajador español en La Habana, Carlos Alonso Zaldívar, durante la recepción con motivo del Día de la Hispanidad.
Tras respaldar a su embajador en La Habana, Zapatero dijo que la postura de su Gabinete es de "discrepancia abierta con la política que en materia de derechos humanos y de libertades practica el régimen de Fidel Castro". "Así lo expresó el embajador de España" en su discurso, aventuró.
El jefe del Ejecutivo dijo que se ha impuesto trabajar "en una doble dirección" en la UE: "exigir cambios profundos al régimen de Fidel Castro" y "pensar en el futuro". Asimismo, declaró que pretende exigir, simultáneamente, una relajación de las sanciones contra el régimen comunista y que éste dé muestras de apertura.
Dos de los más destacados disidentes cubanos: Oswaldo Payá, promotor del Proyecto Varela y Premio Sajarov del Parlamento Europeo, y la economista independiente Martha Beatriz Roque, recientemente excarcelada por la tiranía castrista, abandonaron la residencia del embajador español en la Isla tras escuchar el discurso de éste, que lamentó la ausencia de jerarcas comunistas en la recepción y criticó la Posición Común Europea.