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Robredo y Ferrero sucumben ante la compenetración de los hermanos Bryan

Era lo predecible y así ha sucedido. Los gemelos Bryan han permitido que EEUU recorte diferencias ante España después de derrotar a Tommy Robredo y Juan Carlos Ferrero en el punto de dobles en sólo tres sets (6-0, 6-3 y 6-2). Así pues, España sigue comandando la final de la Copa Davis pero EEUU se ha acercado (2-1), lo que dará a la última jornada una emoción máxima. Mañana, a partir de las 12:00, se medirán Carlos Moyá y Andy Roddick, y si fuera necesario, Rafael Nadal se jugaría el punto decisivo ante Mardy Fish.

Era lo predecible y así ha sucedido. Los gemelos Bryan han permitido que EEUU recorte diferencias ante España después de derrotar a Tommy Robredo y Juan Carlos Ferrero en el punto de dobles en sólo tres sets (6-0, 6-3 y 6-2). Así pues, España sigue comandando la final de la Copa Davis pero EEUU se ha acercado (2-1), lo que dará a la última jornada una emoción máxima. Mañana, a partir de las 12:00, se medirán Carlos Moyá y Andy Roddick, y si fuera necesario, Rafael Nadal se jugaría el punto decisivo ante Mardy Fish.
L D (EFE) El tercer punto de esta final tenía dueño asegurado, salvo sorpresas, y era para los Bryan. Tan claro lo tenían Jordi Arrese y el resto del G-3 que prefirieron "sacrificar" a Juan Carlos Ferrero para que formase pareja con Robredo y dejar fresco a Rafael Nadal, que en el partido contra Roddick del viernes había sufrido calambres. Así Nadal estará dispuesto contra Mardy Fish, si es que es necesario, pues el primer partido lo disputarán, a partir de las 12:00 horas Carlos Moyá y Andy Roddick.

Los Bryan prácticamente se entrenaron contra Ferrero y Robredo. Sus 21 títulos de dobles, entre ellos Roland Garros, y sus dos Copas Masters eran suficiente aval para impresionar y doblegar la voluntad de Tommy y Juan Carlos, que en su carrera habían disputado 15 partidos, con tan solo tres victorias. Ferrero, que debuta en dobles en Copa Davis, no jugaba en esta modalidad desde que compitió con Tommy Robredo en el Conde de Godó en 2003. Los Bryan fueron un frontón, una muralla inaccesible, dos albatros en la red que no dejaron resquicio alguno y que hicieron inútil cualquier atisbo de reacción de los españoles.

Su fantástico acoplamiento quedó claro en la primera manga que se apuntaron en blanco en solo 27 minutos. El tándem español asistía como testigo a un castigo demasiado duro, pues solo dispuso de tres oportunidades, en el segundo juego con saque de Ferrero, para apuntarse un juego. No obstante, a los 32 minutos de partido, la pareja española se apuntó su primer juego del partido, precisamente al romper al zurdo Bob, y aunque luego Robredo cedió su saque a continuación, de nuevo logró otra ruptura, esta vez ante Mike que les situó con 2-1 a favor a los 43 minutos. Ahí tuvieron su primera y única oportunidad para variar el signo del partido, porque Juan Carlos cedió su saque a continuación y los Bryan jamás volvieron a proporcionarles la más mínima oportunidad, rompiendo por su parte a los españoles cuatro veces mas.

El apoyo incondicional de los casi 27.000 espectadores tampoco sirvió para mucho. La superioridad de los Bryan era demasiada, sus cruces en la red y su rapidez de manos impresionaban. Eran diabólicamente rápidos y sólidos frente a la inestabilidad y falta de acoplamiento de la pareja española. La firma de los americanos en la pista quedó reflejada cuando al conseguir el último punto soltaron las raquetas y de un salto juntaron sus pechos, al más puro estilo NBA, ante el delirio de sus seguidores.

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