L D (Agencias) La declaración institucional fue aprobada durante la reunión del Comité Ejecutivo Nacional del PP convocada en sesión urgente, para analizar la situación tras la aprobación del Plan en el Parlamento vasco.
Esta declaración, que consta de 5 puntos, exige al Gobierno la realización de tres tipos de medidas. En primer lugar, rechazar "absolutamente" cualquier posibilidad de negociación sobre la materia acordada en el Parlamento Vasco; recurrir inmediatamente la decisión ante el Tribunal Constitucional y asegurar, dentro y fuera del País Vasco, que el Estado "no vacilará a la hora de emplear los numerosos instrumentos" que la ley pone en sus manos para defender el orden constitucional y la soberanía nacional.
Según las conclusiones del PP, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "no debe negociar" con el lehendakari ni con quien "desafía la soberanía nacional y se burla de las leyes". El comunicado de los populares añade que "sobre esto no caben dudas ni vacilaciones. Ibarretxe transgrede las leyes consciente y deliberadamente. No se trata, pues, de persuadirle, sino de cerrar el paso con claridad a una actuación desleal y anticonstitucional".
El PP rechaza además que se negocie con el fin de convertir el proyecto de reforma estatutaria "en algo más presentable", porque "no es la hora de ofrecer una mano tendida a quienes pretenden la quiebra de nuestra democracia", prosigue la nota, "sino de señalar con firmeza los límites de lo inadmisible". El PP entiende que lo aprobado por la Cámara vasca es "algo que no le compete, que es inconstitucional, que desprecia las normas de nuestra democracia, que se nos presenta como una imposición y que no reconoce la autoridad del Estado".
La declaración leída por Rajoy censura la voluntad del Ejecutivo vasco de "continuar adelante por la senda de la ilegalidad", lo que hace que el plan no sea "una amenaza banal, sino el mayor desafío que ha sufrido la democracia española desde 1978" que "pretende poner a prueba la fortaleza del Estado y su capacidad de reacción". Y añade que "es una provocación especialmente grave porque rechaza la soberanía nacional", aquélla "en cuyo nombre gobierna Ibarrexte" y "la única que legítimamente ampara las instituciones de la autonomía vasca".
Apoyo al Gobierno frente a su dependencia de las minorías nacionalistas
Al tratarse de una "cuestión de Estado", el PP exige al Gobierno que responda "con serenidad, pero con absoluta firmeza", y de forma "inmediata" para velar por los derechos de los españoles y asegurar la "convivencia pacífica" de los vascos.
El PP rechaza además que se negocie con el fin de convertir el proyecto de reforma estatutaria "en algo más presentable", porque "no es la hora de ofrecer una mano tendida a quienes pretenden la quiebra de nuestra democracia", prosigue la nota, "sino de señalar con firmeza los límites de lo inadmisible". El PP entiende que lo aprobado por la Cámara vasca es "algo que no le compete, que es inconstitucional, que desprecia las normas de nuestra democracia, que se nos presenta como una imposición y que no reconoce la autoridad del Estado".
La declaración leída por Rajoy censura la voluntad del Ejecutivo vasco de "continuar adelante por la senda de la ilegalidad", lo que hace que el plan no sea "una amenaza banal, sino el mayor desafío que ha sufrido la democracia española desde 1978" que "pretende poner a prueba la fortaleza del Estado y su capacidad de reacción". Y añade que "es una provocación especialmente grave porque rechaza la soberanía nacional", aquélla "en cuyo nombre gobierna Ibarrexte" y "la única que legítimamente ampara las instituciones de la autonomía vasca".
Apoyo al Gobierno frente a su dependencia de las minorías nacionalistas
Al tratarse de una "cuestión de Estado", el PP exige al Gobierno que responda "con serenidad, pero con absoluta firmeza", y de forma "inmediata" para velar por los derechos de los españoles y asegurar la "convivencia pacífica" de los vascos.
En el comunicado se señala que ante "las limitaciones que le impone su dependencia de las minorías nacionalistas", el PP ofrece "todo su apoyo" a Zapatero para "cortar esta amenaza eficazmente y de raíz".El texto concluye recordando que sin el respaldo del PP, no es posible acometer ninguna reforma constitucional, y que la pretensión de este partido es salvaguardar la unidad del país.
El Gobierno debe recurrir "ya" el Plan ante el Tribunal Constitucional
Tras la lectura de la declaración, Rajoy, en conferencia de prensa, insistió en la obligación de que el Gobierno actúe "ya" interponiendo recurso ante el TC, medida a la que ya ha renunciado Zapatero y que el PP no puede emprender por su cuenta al no tratarse de una ley estatal. En su opinión, lo que la Cámara vasca va a remitir a las Cortes Generales a través de su presidente, Juan María Atutxa, "no es una propuesta de reforma del Estatuto, sino un proyecto de cambio radical de la Constitución".
Rajoy se inclinó por recurrir el Plan Ibarretxe porque una vez aprobado por el Parlamento vasco, sí tiene "efectos jurídicos", razón en la que se amparó el TC el pasado mes de abril para no admitir a trámite el recurso del anterior Gobierno del PP. Afirmó que no ha vuelto a dialogar con Zapatero después de la llamada que le hizo el pasado día 30 para hacerle ver la gravedad del asunto, si bien confió en que la reunión a la que le ha convocado el presidente del Gobierno tenga lugar "pronto".
Se refirió al PSE, a quien invitó a "reflexionar sobre la absoluta inutilidad de intentar tranquilizar" a los nacionalistas con su propuesta de reforma del Estatuto. El presidente del PP planteó otras medidas que, a su entender, deberían contribuir a frenar las pretensiones de los nacionalistas vascos. Entre ellas, habló de la necesidad de que la Fiscalía General del Estado recurra el auto por el que se archivó el "caso Atutxa", y de que el Gobierno se replantee despenalizar la convocatoria ilegal de referendos.
Rajoy se inclinó por recurrir el Plan Ibarretxe porque una vez aprobado por el Parlamento vasco, sí tiene "efectos jurídicos", razón en la que se amparó el TC el pasado mes de abril para no admitir a trámite el recurso del anterior Gobierno del PP. Afirmó que no ha vuelto a dialogar con Zapatero después de la llamada que le hizo el pasado día 30 para hacerle ver la gravedad del asunto, si bien confió en que la reunión a la que le ha convocado el presidente del Gobierno tenga lugar "pronto".
Se refirió al PSE, a quien invitó a "reflexionar sobre la absoluta inutilidad de intentar tranquilizar" a los nacionalistas con su propuesta de reforma del Estatuto. El presidente del PP planteó otras medidas que, a su entender, deberían contribuir a frenar las pretensiones de los nacionalistas vascos. Entre ellas, habló de la necesidad de que la Fiscalía General del Estado recurra el auto por el que se archivó el "caso Atutxa", y de que el Gobierno se replantee despenalizar la convocatoria ilegal de referendos.