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El secretario de Estado de Empleo dimite en medio de la crisis abierta por la revisión del SMI

Tercera dimisión de un alto cargo del Gobierno. El número dos de Jesús Caldera, Valeriano Gómez, presentó este martes su dimisión al ministro de Trabajo por "motivos de salud", según Expansión. La dimisión, que tiene lugar en medio de la polémica por el SMI, aún no ha sido aceptada. No es la primera salida de un alto cargo del Gobierno. Los números dos de Trujillo y Narbona dimitieron en el mes de octubre por discrepancias con las actuales responsables de Vivienda y Medio Ambiente. Cobra fuerza la hipótesis de la primera crisis de Gobierno.

Tercera dimisión de un alto cargo del Gobierno. El número dos de Jesús Caldera, Valeriano Gómez, presentó este martes su dimisión al ministro de Trabajo por "motivos de salud", según Expansión. La dimisión, que tiene lugar en medio de la polémica por el SMI, aún no ha sido aceptada. No es la primera salida de un alto cargo del Gobierno. Los números dos de Trujillo y Narbona dimitieron en el mes de octubre por discrepancias con las actuales responsables de Vivienda y Medio Ambiente. Cobra fuerza la hipótesis de la primera crisis de Gobierno.
(Libertad Digital) Según publica el diario Expansión, Gómez ha sido el principal negociador del Gobierno entre la patronal y los sindicatos en este tema. Fuentes cercanas al secretario general de Empleo aseguran que no ha tomado esta decisión por el resultado de esta gestión.
 
Entre tanto, ha explicado que empresarios y sindicatos son los que deben discutir el mecanismo a establecer en el Estatuto de los Trabajadores para que el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) no pierda poder adquisitivo en el futuro, e incluso abrió la puerta a que el sistema que finalmente se adopte no sea de carácter anual, sino "en periodos más amplios".
 
En una entrevista en Antena 3, Caldera respondía así a los sindicatos CC.OO. y UGT, quienes consideran que este asunto está cerrado, ya que en diciembre ellos pactaron con la CEOE y el Gobierno que la revalorización sería anual y a través de una cláusula de garantía salarial que se activaría cuando el IPC real superase al previsto. Este acuerdo fue ratificado por el Gobierno en el último Consejo de Ministros de 2004, el del 30 de diciembre, pero todavía está pendiente de la firma de las tres partes después de que el pasado día 12 la CEOE decidirá no aceptar el mecanismo de la cláusula, afirmando que el Gobierno aprobó el acuerdo sin contar con su opinión.

El día antes de su aprobación en el Consejo de Ministros, Caldera afirmó que no habría cláusula de revisión. Sin embargo, al día siguiente, el Gobierno cambió de opinión y aprobó la citada cláusula dentro del acuerdo. Tras la polémica generada, Caldera insiste en que todos están de acuerdo en que el –Salario Mínimo no debe perder poder adquisitivo, las diferencias están en la forma. En las mismas declaraciones, el titular de Trabajo se lavaba las manos al reiterar que Gobierno y agentes sociales comparten la "cuestión de fondo", esto es, la necesidad de dotar al SMI de una fórmula que impida que sus perceptores pierdan poder de compra. "Cómo se haga esto, deben discutirlo ellos. El Gobierno gestionará con el consenso de todos un sistema que permita, quizá en periodos más amplios, que no haya pérdida de poder adquisitivo, porque en eso estamos de acuerdo", precisó el ministro.
 
Las críticas de los sindicatos no se hiciero esperar al decir UGT que no es "lógico" que quieran abrir de nuevo la negociación del mecanismo para revalorizar el Salario Mínimo Interprofesional. Además, desde el sindicato le han querido dejar claro al ministro Caldera que esa decisión pondría en "entredicho su credibilidad".

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