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Google levanta la censura ejercida sobre el "blog" de un empleado que criticaba a la compañía

Mark Jen puede presumir de haber trabajado en las grandes empresas del sector. Pasó por IBM, Microsoft y, desde el 17 de enero, es empleado del buscador Google. Su incorporación a la compañía pilotada por Sergey Brin y Larry Page le estimuló para crear una bitácora en la que narrar los entresijos de la empresa, una decisión que le ha generado más de un quebradero de cabeza.

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Mark Jen puede presumir de haber trabajado en las grandes empresas del sector. Pasó por IBM, Microsoft y, desde el 17 de enero, es empleado del buscador Google. Su incorporación a la compañía pilotada por Sergey Brin y Larry Page le estimuló para crear una bitácora en la que narrar los entresijos de la empresa, una decisión que le ha generado más de un quebradero de cabeza.
(Libertad Digital) Estos días, Jen ha aprendido algo nuevo: nunca es conveniente hablar de más. La idea con la que creó en Blogger su weblog Ninenyninezeros consistía en contar las circunstancias que rodean a un empleado de Google, una de las empresas más chic de Internet. Hasta ahí todo bien.
 
El problema surgió cuando Jen empezó a contar más cosas de las deseables, como condiciones laborales, fiestas que organiza la firma periódicamente o beneficios que disfrutan las empleados sólo por trabajar en el buscador. Sin embargo, el mayor error consistió en comparar su actual compañía con Microsoft. En sus post, Jen dejó caer que la empresa de Bill Gates es mucho mas justa en materia de condiciones laborales, cubre la totalidad del seguro médico de sus empleados y ajusta el salario en función del valor de la compañía en Bolsa. A eso se añade, según sus palabras, que ofrece mejor formación a los empleados.
 
A todo ello debe incluirse sus alusiones a que Google lanzará algunos "productos guay" o sus relatos sobre las borracheras de sus compañeros durante una reunión de los equipos internacionales de ventas: "Era como una fiesta de instituto, me sentí ridículo y me fui a casa en cuento pude", escribió.
 
Más moderado
 
Todo ello fue motivo suficiente para que Google decidiera censurar la página en la que Jeb contaba sus cuitas. Ni siquiera la caché del buscador la indexaba. Sin embargo, los competidores de Google si permitían echar un somero vistazo a los textos de la discordia. La lluvia de críticas que cayeron sobre la compañía por su decisión le ha llevado a reponer el "weblog" de Mark Jen, quien en todo momento ha desmentido que esa luz verde se haya dado a cambio de que modere la trascendencia de sus historias.  Google "se ha portado de una forma muy guay en todo este asunto", asegura.
 
"Estoy aprendiendo que, con toda razón, Google es muy cuidadosa con el tema de revelar información sensible, aunque sean datos financieros muy vagos. La forma más rápida de atajar toda la situación fue echar abajo todo. Ahora he vuelto", escribe Jeb en 99zeros.blogspot.com, cuyo título –noventa y nueve ceros después de un uno– es la forma en que se representa al término matemático gogol, un numero teórico que dio su nombre a Google.

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