(Libertad Digital) En respuesta a la pregunta del diputado de CiU Jordi Xuclà i Costa recogida por Europa Press sobre el control de la frontera hispano-francesa que ha llevado a cabo el Ejecutivo a raíz del proceso de normalización de extranjeros, Alonso añadió que también en 2004, y por aplicación del acuerdo de readmisión hispano-francés, fueron devueltos a Francia 83.289 inmigrantes irregulares, cifra superior en un 65 por ciento a la registrada en 2003. "La frontera pirenaica es una frontera interior de la UE y por ello se permite la libre circulación de personas y mercancías, por la cual no se producen controles fronterizos en situaciones de normalidad --explicó--. Asimismo, en la comunidad autónoma de Cataluña, y en concreto en Lérida y Girona, se ha completado el despliegue de los Mossos de Escuadra como cuerpo policial autonómico responsable de las vías secundarias en estas demarcaciones territoriales".
Sin embargo, el diputado nacionalista criticó la "pésima forma en la que el Ejecutivo lo ha gestionado". "Si algún estado quiere saber lo que no se debe hacer que mire le proceso en curso: primero, en última semana de agosto se anuncia la medida por parte de una secretaria de Estado, dando cinco meses para ese efecto llamada, a los que se suman dos más a contar desde el pasado lunes", denunció. En este sentido, aseguró que en las carreteras secundarias del Pirineo no se ha reforzado la vigilancia, y recordó que en multitud de ocasiones su Grupo Parlamentario ha recomendado cerrar las fronteras Schengen en situaciones como ésta.
Los rechazados entran por carreteras secundarias
Mientras, la Confederación Española de Policía ha denunciado que en Gerona sólo el paso de La Junquera cuenta con control policial. Los puntos de libre circulación de personas y mercancías en las carreteras de Francia a España son los siguientes: Port Bou; Requesens; la antigua carretera nacional de La Junquera (la que está controlada es la autopista); la antigua carretera de Agullana; la carretera comarcal de La Vajol; la carretera Macanet-Darnius; Ceret-Campodrón; Rives de Freser; y La Molina. Además, según informó el Sindicato Unificado de Policía (SUP) a Libertad Digital, el servicio de control en los trenes se ha suprimido, lo que abre una nueva vía terrestre para la inmigración ilegal.
Cuando los autobuses con inmigrantes, fundamentalmente rumanos y búlgaros, llegan a la frontera de La Junquera y son rechazados, se dan la vuelta y entran en España por cualquiera de estos puntos incontrolados. En las estadísticas oficiales que Interior ofrece figuran como rechazados, pero la realidad es que en pocas horas están en Madrid. Según el portavoz de Inmigración de la Confederación Española de Policía, Rodrigo Gavilán, que cifra en unos mil los inmigrantes que entran diariamente, el Ministerio del Interior pretende “engañar a la opinión pública” con estadísticas oficiales de los autobuses que son rechazados, pero ocultando que vuelven a entrar en España por las carreteras alternativas para acogerse al proceso de regularización.